¡Ay! ¡Si estos vientos otoñales del pueblo se llevaran a quienes nos metieron en esta malhadada crisis! Si las lluvias de este final de septiembre nos limpiaran por dentro y por fuera y arrastraran tanta bazofia río abajo, hasta la mar que dijo aquel que era el morir. Sólo queda mirar cómo las nubes vienen desde lejanas tierras y buscar algún capitán que las sepas llevar por su camino.
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