domingo, 17 de noviembre de 2024

OMBRA MAI PIÙ

 

Hay pasajes de la historia que, aunque intrascendentes, dejan una honda huella en las bellas artes. Así es el caso que hoy me ocupa: el plátano de Jerjes. En primer lugar, me toca explicar que no hablo de un plátano de comer (Musa paradisiaca), llamada así el árbol por la anchura de sus hojas, sino del plátano de sombra (Platanus acerifolia) que suele ser habitualísimo en nuestros parques y jardines. Aclaro esto porque treinta y pico años de LOGSE y demás leyes pueden hacer estragos y, si hablo del plátano de Jerjes, hay quien se me puede ir por los cerros de Úbeda y encontrarse a Joaquín Sabina. Vamos pues al plátano del que habla Heródoto en su libro VII, capítulo XXXI. Este libro está dedicado a la musa Polimnia que era una cafetería en mi muy querido Marín. Vamos con el texto:

XXXI. [1] ὡς δὲ ἐκ τῆς Φρυγίης ἐσέβαλε ἐς τὴν Λυδίην, σχιζομένης τῆς ὁδοῦ καὶ τῆς μὲν ἐς ἀριστερὴν ἐπὶ Καρίης φερούσης τῆς δὲ ἐς δεξιὴν ἐς Σάρδις, τῆι καὶ πορευομένωι διαβῆναι τὸν Μαίανδρον ποταμὸν πᾶσα ἀνάγκη γίνεται καὶ ἰέναι παρὰ Καλλάτηβον πόλιν, ἐν τῆι ἄνδρες δημιοεργοὶ μέλι ἐκ μυρίκης τε καὶ πυροῦ ποιεῦσι, ταύτην ἰὼν ὁ Ξέρξης τὴν ὁδὸν εὗρε πλατάνιστον, τὴν κάλλεος εἵνεκα δωρησάμενος κόσμωι χρυσέωι καὶ μελεδωνῶι ἀθανάτωι ἀνδρὶ ἐπιτρέψας δευτέρηι ἡμέρηι ἀπίκετο ἐς τῶν Λυδῶν τὸ ἄστυ.

Esta edición del texto griego no recoge la iota suscrita, pero tampoco nos vamos a hacer mala sangre por eso tal y como está el patio.

Vamos con su traducción:

Cuando abandonó la Frigia, entró en la Lidia en donde el camino se divide en dos, el de la izquierda que lleva hacia la Caria y el de la derecha que tira hacia Sardes; siguiendo por éste es forzoso pasar el río Meandro y llegar a la ciudad de Calatebo en la que hay unos hombres que tienen por oficio hacer una miel artificial sacada del tamariz y del trigo. Recorriendo Jerjes este camino, encontró un plátano tan hermoso que, prendado de su belleza, le regaló un collar de oro y le puso un miembro de sus Inmortales para que cuidara de él; y, al día siguiente , llegó a la capital de la Lidia.

Hasta aquí el texto de Heródoto del que hay que explicar algunas cosas. Jerjes se encaminaba al encuentro de los griegos y, al ver este árbol, se paró a descansar gustándole tanto la sombra que dejó a un soldado de su guardia personal (los Inmortales) para que cuidara del árbol. Debía ser muy amena su sombra y su copa ancha aunque, sin duda, no tan ancha como la del plátano del que habla Plinio el Viejo bajo cuya copa se podían resguardar ochocientas personas.

         Bien, pasan los años y Nicolò Minato escribe un libreto para  una ópera de Francesco Cavalli. Giovanni Bonocini usa también  este libreto para su ópera sobre Jerjes y, finalmente, el gran Haendel utiliza el libreto para su ópera sobre el rey de los persas. Ya veis, un libreto para tres compositores. La de Haendel fue un absoluto fracaso y se quedó cubierta por el polvo hasta que en el siglo XIX se redescubre  y una de sus piezas vocales deviene en una de las  más conocidas y apreciadas del compositor alemán. En su origen estaba escrita para castrato, pero, en la actualidad, la suelen cantar los contratenores y las mezzo - sopranos. M e estoy refiriendo -¡cómo no!- a Ombra mai più cuya letra os copio:

Frondi tenere e belle

del mio platano amato

per voi risplenda il fato.

Tuoni, lampi, e procelle

non v'oltraggino mai la cara pace,

né giunga a profanarvi austro rapace.

 

 

Ombra mai fu

di vegetabile,

cara ed amabile,

soave più.

 

 

 

Frondas tiernas y bellas
de mi plátano amado,
¡que os favorezca el destino!
Que truenos, relámpagos y tempestades
no turben vuestra querida paz,
ni os logre profanar el austro rapaz.







Nunca fue la sombra

de una planta,
tan querida, amable y suave.

 

La letra es más simple que el asa de un cubo  o el mecanismo de un yo-yo (dicho sea esto con el mayor de los respetos), pero nos imaginamos a Jerjes reposando bajo la sombra de tan “copudo” plátano mientras el Austro le enjuga el sudor.

         Para los melómanos, deciros que está escrita en Fa mayor , con un bemol por tanto,  y que su relativa menor es el re menor. Su compás es de ¾, consta de 52 compases y suele durar entre 3 y 4 minutos.

         Creo que ahora, in questa hora, lo que nos falta es escucharla. Pues nada, a Spotify y a pasar un buen rato.

 


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