miércoles, 13 de febrero de 2013


DUDAS DE JOSÉ

         Hacía mucho que quería traducir este poema de Rilke y hoy, alejado del trabajo por estos días de Carnaval, he conseguido esta traducción que os presento para que me deis vuestra opinión. Al traducirlo, me acordaba  de  mis primeras lecturas del poeta de Praga cuando yo era un estudiante en la Complutense al que una compañera le prestó un libro de la colección Austral con una antología de Rilke; la firmaba Jaime Ferreiro Alemparte y en ella leí por primera vez tantos poemas que luego me han acompañado a lo largo de mi vida y me enamoré de esos ángeles terribles. Espero que os guste la traducción:

Y el ángel habló y se esforzaba

con el hombre que cerraba sus puños:

¿Pero tú no ves en cada pliegue

que ella es fría como la mañana de Dios?

 

Pero el otro lo miró ceñudo,

murmurando tan sólo: ¿Qué es lo que así la ha cambiado?

Entonces gritó el ángel: Carpintero,

¿aún no te das cuenta de que es obra de Dios?

 

Porque haces tablas, ¿en tu orgullo

quieres  en verdad pedirle cuentas a aquél

que, con modestia, de la misma madera

hace brotar las hojas y engrosar los capullos?

 

Comprendió. Y como ahora él la vista

levantara asustado para mirar al ángel,

ya no estaba aquél. Entonces se quitó

lentamente su boina y cantó las alabanzas.

 

 

 

        

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