Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre fue un escritor francés que
también fue militar y botánico. Tuvo sus problemillas en la milicia hasta el
punto que lo degradaron y acabó destinado como ingeniero a Port-Loius, en l’Île
de France, lo que en la actualidad es Isla Mauricio. El bueno de Bernardin
llegó hasta este lugar del Índico y, al ver tan exuberantes selvas, se dijo: “Vamos
a ver, ¿por qué no puedo situar aquí una obra parecida a Dafnis y Cloe de Longo
de Lesbos? Cojo a unos niños que vivan en la isla y les hago protagonistas de
unas aventuras semejantes a las de los niños lésbicos”. Y dicho y hecho: se
puso a escribir Pablo y Virginia que es la obra que os quiero comentar.
No quiero revelar finales (spoiler lo llaman ahora), pero no busquéis en esta obra del siglo XVIII
un final feliz, ni anagnórisis, ni nada por el estilo. La obra te deja unas
ganas de llorar tremendas.
Suerte que, como segunda obra, viene en
esta edición La cabaña india, un relato
muy interesante sobre dónde podemos encontrar la felicidad, in regum turribus aut in pauperum tabernis
que dijo Horacio. Me ha parecido más enjundiosa y mejor tratada el segundo
relato que el primero al que encuentro “pelín” lacrimógeno, pero no obstante,
legible.
Ahí os dejo mis opiniones; cuando
tengáis ganas o tiempo leeros ambos relatos y me contáis.
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