jueves, 17 de enero de 2013

LAS VERDADES DEL BARQUERO


LA EDUCACIÓN MALHERIDA  o LAS VERDADES DEL BARQUERO

         Hoy, quizás porque me he despertado antes y me he puesto a elucubrar, al estilo de los romanos, no he podido por menos que publicar en este blog estas opiniones que no intentan defender a nadie sino decir las verdades del barquero. La educación pública en España lleva herida de muerte desde hace más de treinta años, desde la mala hora en que don Álvaro Marchesi y don César Coll nos colaron la más moderna de las reformas que, por cierto, se encontraron ya en desuso por su rotundo fracaso en los países anglosajones. Fue entonces cuando los contenidos se rebajaron de manera vergonzosa; fue entonces cuando se empezó a “pasar” con materias suspensas e incluso titular, porque lo importante era llegar, el cómo era lo de menos. Fue desde entonces, cuando está en vigencia la teoría de la silla: se la matricula en primaria y llega, sin ningún problema, hasta la Universidad. Es más, si tiene un poco de suerte, hasta se consigue que la silla termine un grado (de la Universidad, hablaremos otro día) y, si obtiene una beca Orgasmus, perdón Erasmus, hasta se puede hacer sus viajecillos por el universo mundo. La educación pública lleva herida de muerte desde que los antiguos Institutos de Bachillerato, hoy IES en donde se imparte ESO y lo otro, pasaron de ser centros en los que ya se respiraba un cierto aire universitario (muchos Catedráticos de Instituto lo eran de las Facultades)  a centros en donde los alumnos van a mantener relaciones públicas y a veces hasta púbicas, pero en donde las palabras esfuerzo, interés, curiosidad han huido escandalizadas. La educación pública está herida de muerte en España desde que, para lo alumnos, tiene más auctoritas lo que dice cualquier Venus catódica que ha aprendido sus pocos saberes entre revolcón y revolcón que lo que le dice un profesional de la educación como es su profesor. Esta ola de analfabetismos y barbarie de unas generaciones que no saben ni dónde está el pueblo de al lado si no lo ven en el GPS no viene de ahora; estas hordas que, por desgracia, desconocen su historia y la de su país porque así lo han querido los poderes públicos no ha comenzado ahora a campar con sus botellones y macrofiestas (alentados ambos actos “culturales” por las concejalías de incultura de los Ayuntamientos) por las tierras de Hispania; estas gentes que ni han sido educados en la sensibilidad (cosa de gentes poco viriles), ni en el esfuerzo (son mejores las técnicas del dinero fácil en un país corrompido desde la raíz a la copa y con políticos que se blindan hasta los calzoncillos para asegurarse un futuro que no se han ganado), ni en el sacrificio (que huele a sacristía y a ejercicios espirituales) poco a poco han ido ocupando puestos en la sociedad y ahora son profesionales que te tratan por protocolos porque nadie les ha hablado del valor de la persona.  Como veo que ya amanece por el camino de Herrera, (perdón por un detalle de sensibilidad en una sociedad de eructo tras el café), vamos a dejarlo. Otro día que me despierte pronto y haya soñado en aquellos felices tiempos en que yo era profesor de Bachillerato y mis alumnos traducían, medían y leían a Virgilio, volveré a vaciar mi corazón. Que tengáis buenos días. Yo, hala, para la casa muerta a intentar llevar un poco de ese bien tan preciado que es la educación en tierra de bárbaros, a luchar contra culebrones y sálvames in partibus infidelium. Que Dios nos coja a todos confesados. Amén.

 

1 comentario:

  1. No está mal para una mañana borrascosa. Nos queda un consuelo: nada de lo que hacemos se pierde; al menos, para todos. Rendirse, nunca.

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