En
una de las mañanas de este mes de julio de 2024, por aquello de que, cuando el
diablo no tiene qué hacer, mata moscas con el rabo ( dicho sea con perdón y
respeto), se me ha ocurrido echar la vista atrás y calcular el poder adquisitivo
que tenía un servidor con su primer sueldo (1990) y el que tiene en la
actualidad ( 2024) ya con treinta y cuatro años de servicio en la “lucha de
clases”. Para ello he cogido el precio de un litro de leche cuando terminé en
la Complutense con veintitrés primaveras y el que tiene a día de hoy en el
supermercado Froiz de Laguna de Duero cuando el joven aprendiz de profesor (
que lo sigue siendo, digo lo de aprendiz, no lo de joven) ya transita por el
otoño. A continuación, basta con dividir el sueldo de ambos años por el precio
de un litro de leche en esos mismos años y el resultado es el que sigue:
1990.
Con mi primer sueldo,
podía adquirir 6.426 litros de leche.
2024
Con mi sueldo actual,
puedo adquirir 2.417 litros de leche.
No hace falta ser Julio César Pola,
gran amigo y economista, para darse cuenta que, en el día de hoy, me puedo
comprar 4009 litros de leche menos.
Y así, si alguien tiene tiempo y ganas,
podríamos seguir con otros productos básicos de la cesta de la compra y
concluir, creo que con razón, que, en el año 1990, un joven profesor recién licenciado
tenía tres veces más poder adquisitivo que un caduco profesor en el año 2024.
Qui
habeat oculos legendi legat.
https://www.despensa.es/detalle/-/Producto/leche-entera-brick-asturiana-1l/010130
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