jueves, 18 de octubre de 2012

EL MINISTRO WERT

            No sé ni me interesa en qué piensa el ministro Wert (para creert), pero en lo que seguro que no está pensando es en el daño que le va a hacer a la educación española impidiendo que los futuros alumnos puedan leer y entender en su lengua original textos tan hermosos como éste.




JENOFONTE – VISIÓN DEL MAR

Eπειδὴ δὲ βοὴ πλείων τε ἐγίγνετο καὶ ἐγγύτερον καὶ οἱ ἀεὶ ἐπιόντες ἔθεον δρόμωι ἐπὶ τοὺς ἀεὶ βοῶντας καὶ πολλῶι μείζων ἐγίγνετο ἡ βοὴ ὅσωι δὴ πλείους ἐγίγνοντο, [4.7.24] ἐδόκει δὴ μεῖζόν τι εἶναι τῶι Ξενοφῶντι, καὶ ἀναβὰς ἐφ᾽ ἵππον καὶ Λύκιον καὶ τοὺς ἱππέας ἀναλαβὼν παρεβοήθει· καὶ τάχα δὴ ἀκούουσι βοώντων τῶν στρατιωτῶν «θάλαττα θάλαττα» καὶ παρεγγυώντων. ἔνθα δὴ ἔθεον πάντες καὶ οἱ ὀπισθοφύλακες, καὶ τὰ ὑποζύγια ἠλαύνετο καὶ οἱ ἵπποι. [4.7.25] ἐπεὶ δὲ ἀφίκοντο πάντες ἐπὶ τὸ ἄκρον, ἐνταῦθα δὴ περιέβαλλον ἀλλήλους καὶ στρατηγοὺς καὶ λοχαγοὺς δακρύοντες. καὶ ἐξαπίνης ὅτου δὴ παρεγγυήσαντος οἱ στρατιῶται φέρουσι λίθους καὶ ποιοῦσι κολωνὸν μέγαν.

Cuando el griterío se hacía más grande y más cercano, que los que avanzaban ininterrumpidamente se dirigían a la carrera al encuentro de los que gritaban sin parar y que el griterío se hacía mayor a medida que aumentaba el número de gente, pareció a Jenofonte que se trataba de algo más importante. Montó a caballo y, escoltado por Licio y sus jinetes, acudió en su ayuda. Y pronto oyen a los soldados que gritan” ¡Mar, mar!”, y que lo transmiten de boca en boca. Entonces todos corrieron, incluso los de la  retaguardia. Las acémilas y los caballos eran azuzados también. Cuando todos llegaron a la cima, entonces se abrazaban los unos a los otros, estrategos y capitanes, llorando. Y de repente, sin importar quién transmitió la orden, los soldados trajeron piedras y levantaron un gran túmulo.
Traducción de Ramón Bach Pellicer (Biblioteca clásica Gredos)

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