TEMBLAD, POSMODERNOS, TEMBLAD.
Queridos habitantes de la posmodernidad, os anuncio los que sigue:
Tras haber leído, en su momento, La condición postmoderna de Lyotard, tras haber leído a Braudillard, a Vattimo, a Derrida, a Lipovetsky, a Alain Badiou, a Lacan, a Michel Foucault y, cómo no, a Gilles Deleuze, he decidido, de manera libre, no coaccionado por nada ni nadie y en pleno uso de mis facultades mentales, empezar la lectura de Cartas a un escéptico en materia de religión de Jaime Balmes. ¿Tendré alguna vez vuestro perdón?
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