domingo, 14 de octubre de 2012

EL MAESTRO PLA

            Así veía el maestro Pla el otoño en su magnífico libro Las horas ( Les hores):

            Ahora, las noches son finas. A mediodía la luz tiene una dorada morbidez; por la tarde, las laderas de las colinas tocadas por el sol poniente tienen una luz de carne de melocotón; a veces, un color más acarminado de ladrillo arcilloso. Esta luz de la tarde tiene un punto de vaga melancolía. El mar parece más profundo y adquiere un color de plomo. Los vientos perdidos del verano adquieren, ahora, una dirección monótona y fija. Son de manejo más duro. la naturaleza deja de estar en mangas de camisa. la gente que tomaba el fresco al borde de la calle o en los terrados desaparece tras las puertas y ventanas. Las montañas, el mar, las calles, quedan solitarias y desiertas.

Josep Pla. Las horas. Traducción de Josep Daurella. Ediciones Destino

            Como se puede ver, no escribía tan mal mi querido maestro y señor feudal en literatura, el pagès de Mas Pla, el hombre de Llofriu, pese a que ha habido algún nacionalista catalán descerebrado (de esos que tanto abundan por estos pagos en estos días) que no lo podía ni ver y que algún "intelectual catalán" dijo que en determinadas Universidades de Cataluña no se estudiaba "porque era un escritor gastronómico". ¿Esa es la cultura sectaria y partidista que le espera a la Catalunya que huele a mongetes del señor Mas? ¿Acaso es que Pla no era un catalán de "ley" o es que para ser catalán hay que asemejarse lo más posible a alguna tertuliana (por decirle algo) de los dewáter   de la telebasura? No sigo porque esto me produce dolor, pena y asco. ¿Alguien me puede explicar que pecado cometió don Josep para no ser admitido entre los "intelectuales" que el komitern de la butifarra lacia ha decretado?  Allá ellos que se alimentan de los excrementos de la cultura, que son coprófagos literarios. Luego será el llanto y el crujir de dientes y los dentistas últimamente cobran facturas muy elevadas.

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