sábado, 10 de abril de 2021

LA HUEBRA Y LOS UEBOS



Como filólogo que soy, amo las palabras y, en ese libro tan maravilloso que acabo de comentar en otra entrada, Laguna de memoria de Javier Palomar del Río, aparece la palabra huebra que es  la arada que se hace en un día y de la que  cuenta Palomar del Río que solían hacer los labradores que tuvieran animales de tiro a otros  que, careciendo de recursos, no podían ellos arar, acarrear mieses o terciar que era dar la tercera reja a las tierras una vez barbechadas y binadas. Era pues una especie de socorro mutuo que los más”pudientes” daban a los más necesitados en una economía de subsistencia. Pero vamos a su etimología que es maravillosa:

         Viene huebra del latín ŏpĕra que es un doblete, es decir, una palabra que ha experimentado un resultado culto (ópera) y un resultado patrimonial o evolucionado ( obra)

         ŏpĕra > obera (la sorda intervocálica sonoriza)> obra (pérdida de la postónica)

         Pero de esta palabra latina, si sigue el castellano en su evolución, tenemos huebra al diptongar la o breve tónica de obra > huebra.

         Es lo mismo que opus cuya p (sorda intervocálica) sonoriza en –b- y cuya o breve tónica diptonga en “ue” dando lugar a uebos, palabra en desuso que significa “necesidad” y que podemos encontrar en expresiones como “uebos me es” o “uebos nos es” que significa que tengo o tenemos la necesidad de algo. También nos queda la expresión “por uebos”, es decir, por necesidad.

         En fin, el maravilloso mundo del lenguaje.


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