domingo, 16 de febrero de 2014

¡QUÉ SIMPÁTICO QUE ES EL MORAVO!




         Quizás a alguna le pueda parecer extraño que le dedique a Alfred Brendel, gran pianista moravo, una entrada del blog. No le extrañará tanto al que sepa y conozca mi gran melomanía y menos aún al que conozca que Brendel, además de ser un consumado instrumentista, es también un buen escritor y poeta. Como al gran barítono alemán Dietrich Fischer- Dieskau, a Brendel nada humano le es ajeno y en este libro que titula de la A a la Z de un pianista, Un libro para amantes del piano,  Brendel, con buen estilo y, lo que es más importante, buen sentido del humor, va tratando de la A a la Z los puntos más importantes que él considera básicos para hablar de su instrumento. Por si tenéis dudas y como hago otras veces, os dejo la última entrada en la que habla de nuestra zarzuela:
ZARZUELA PARA PIANO SOLO  Recientemente ha salido a la luz el manuscrito de una composición de tres horas para piano. A pesar de su título, Los tres verdugos de Zaragoza,  no es ninguna adaptación para piano de una obra teatral. Confiar una obra total únicamente al piano tan sólo pude considerarse una audaz utopía. Sin embargo, dada la meticulosidad con que están indicados todos los elementos, ya sean el canto, la declamación, la música o la actuación, la obra constituye una de esas raras ocasiones en que lo imposible se hace real. Se busca al hasta ahora anónimo compositor (vivo o muerto) y a un intérprete en buenas condiciones físicas.
         Simpático que es el moravo.



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