lunes, 21 de abril de 2014

LA MAESTRÍA DE THOMAS MANN



Decir que Thomas Mann escribe bien es algo absolutamente tópico y no creo que nadie nos reconozca como descubridores de un nuevo mar Mediterráneo. Pero lo que nadie nos puede quitar es el placer que procura su lectura. En esta ocasión, han sido tres cuentos (más bien nouvelles) las que leído. La primera es Señor y perro y, en ella, Mann demuestra su maestría pues el relato es “tan sólo” la relación entre un amo y su perro. Pongo comillas en tan sólo porque ahí radica la maestría del alemán: en saber elevar un asunto en principio poco prometedor a una obra maestra en la que vemos la psicología del amo por los comportamientos del perro. El segundo es Tonio Kröger del que tanto se ha hablado que todo lo que diga es redundante. Tan sólo decir que es uno de los mejores relatos que he leído nunca en mi vida lectora. El tercero, Tristán es otra obra maestra de este escritor con la que se prefigura lo que será su Montaña mágica. En definitiva, literatura de altísima calidad que produce un disfrute de clase óptima. Un delikatessen para el que aún guste de la auténtica escritura inteligente.

 

1 comentario:

  1. Se agradece la recomendación porque uno está tentado a arrinconar estas obras menores de Mann y quedarse con lo que le ha hecho famoso, la montaña, Venecia, los Buddenbrook y demás.

    ResponderEliminar