lunes, 22 de agosto de 2016

OS OVOS MOLES



Los ovos moles son un dulce típico de Aveiro y fue en el Convento de Jesús, hoy museo de la ciudad, en donde se empezaron a elaborar. Este convento fue fundado por Santa Juana, patrona de la ciudad e hija de Afonso V. La fundación de la santa se mantenía por la donación el pago de los arrendatarios de las tierras de las monjas que se efectuaba en especie: trigo, gallinas y huevos. Sin embargo, las monjas no consumían huevos en señal de abstinencia y utilizaban azúcar para conservarlos dando así lugar a os ovos moles. Su composición es muy sencilla pues tienen como base los huevos, el agua y el azúcar, es decir, como las yemas de Santa Teresa en nuestra Ávila. Las monjas empezaron a usar los huevos para curar a los enfermos que les llegaban hasta el convento y que, en su mayoría, adolecían de desnutrición con lo que la receta de los ovos les recuperaba.  El rey Manuel I, ya en el siglo XVI, donó una gran cantidad de azúcar proveniente de Madeira, con lo que los huevos blandos (mollis en latín significa blando) se incrementaron en su fabricación.

         En la actualidad, se pueden encontrar en todo Aveiro, pero tienen fama los de la pastelería de Maria da Presentaçao da Cruz Mercedeiros (¡Qué nombre tan bonito para una novela de Eza de Queiroz!) Me falta añadir que estos huevos engordan mucho por lo tanto, si vais por esta ciudad portuguesa, comedlos con moderación porque la báscula, ese confesionario de la posmodernidad, no perdona como perdonaba el otro.

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