Antonio Blancas nació en Madrid
el mismo año, 1939, que la que sería su
mujer, Ángeles Gulín. Con ella se casó, tal y como hemos dicho en una entrada
anterior en la que tratamos de su santa esposa, en Uruguay. Una vez casados,
iniciaron una carrera de éxitos que, para Antonio, comenzó en Munich en donde ganó,
en 1965, el premio de canto que lleva el nombre de la ciudad bávara. A partir
de ahí, el barítono madrileño no paró en su carrera: primero en Düsselfdorf; luego
en otros muchos lugares del mundo con tenores como Carreras o Domingo. Blancas
tan sólo (que yo sepa) ha dejado grabada zarzuela, pero su voz operística
conquistó a los buenos aficionados. Antonio y Ángeles son los padres de Ángeles
Blancas Gulín, una soprano que anda ahora en plena carrera. Según me cuenta el
maestro Luis Celada, compañero de Blancas en la escuela de Canto matritense,
Blancas sigue vivo. ¡Y que sea por muchos años, don Antonio!
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