Resulta que escuchando la
música de Prokofiev con letra de Vladimir Lugovskoy para la película de Serguéi
Eisenstein sobre Alexander Nevsky, encuentro un texto en latín que no tiene
ningún sentido:
Peregrinus
expectavi
pedes
meos in cimbalis.
(sic)
En el texto que manejo (Kareol),
hay, de entrada, una coma que sobra pues peregrinus es el predicativo de
expectavi y un error en la escritura de la palabra final que en latín es cymbalus
(ablativo: cymbalis) ; por tanto,
escriben una “i latina” donde debería ir una “y griega”. Visto esto, vamos con
la traducción:
Como
peregrino esperé
mis
pies en los címbalos.
Más absurdo si cabe es el siguiente
texto que aparece unas líneas más abajo, justo en la archifamosa escena de la
batalla sobre el hielo contra los caballeros teutones:
Peregrinus
expectavi pedes meos
in
cimbalis est!
Vincat,
arma crucífera! Hostis pereat!
Aquí los de la página de textos de
ópera han suprimido la coma, pero aparece un est cuyo sujeto no lo conoce ni el mismísimo Vladimir Putin que se
debe poner esta cantata todos los días para darse ánimos y masacrar Ucrania. Tampoco tiene sentido esa coma que
separa el verbo (vincat) del sujeto (arma crucifera). La traducción dice literalmente
así:
Peregrino
esperé mis pies
está
en los címbalos!
¡Venza
el arma de la cruz! ¡Muera el enemigo!
Aquí caben dos soluciones:
a)
Que
a Lugovsky y a Porkofiev les suspendieran el latín en el bachillerato.
b)
Que
haya una solución razonable como la que
encuentro en un blog en inglés que se titula sacrificium laudis blog spot.com. En este blog dice Morag G. Kerr, soprano del Coro sinfónico de
la BBC, que tiene la clave del enigma
pues, según la culta soprano británica, Prokofiev quiso burlarse de su amigo y, sin embargo, rival Stravinsky que, como es
sabido, compuso una Sinfonía de los Psalmos. Parece ser que lo que hicieron el
libretista y el músico fue una mezcolanza de diferentes salmos de la Vulgata y
que les quedó ese texto sin sentido.
Los Psalmos que usaron el
libretista y el músico fueron:
El Psalmo 38 en cuyo versículo
13 dice:
Hospes enim sum apud te,
peregrinus
sicut omnes
patres mei.
El
Psalmo 39:
Speravi,
speravi in Domino (…)
et statuit suiper petram pedes meos.
El Psalmo 150 en el que se
habla de los cymbali.
En resumidas cuentas, que
Prokofiev y Lugovskoy formaron un batiburrillo de muchos quilates. Pero,
siguiendo a la soprano, estos salmos, tal y como ya hemos dicho unas líneas
mñas arriba, son los mismos que
Stranvinsky usó en su Sinfonía de los Psalmos. La verdad, esta tesis me parece
un poco forzada, pero no me apetece llevar la contraria a la soprano que, en un
alarde de imaginación, dice que los cymbali
aparecen porque estos platillos imitarían el sonido de los pies al andar sobre
el lago helado. Ya no tengo edad para ponerme a caminar por un lago helado,
pero, en mis años de mancebo, sí que
anduve por hielos y nieves y os puedo asegurar que jamás escuché el sonido de ningunos
platillos.
Aquí lo dejamos. El asunto es curioso y os lo regalo para
que paséis un buen rato.
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