Llevo
escritos en el corazón estos sencillos versos de Luis Rosales y, ahora que la
linde se vislumbra – gracias a Dios-, a lo lejos, me gustaría compartirlos con
vosotros:
TESTAMENTO
Las noches de Cercedilla
las llevo en mi soledad,
y son ya la última linde
que yo quisiera mirar.
Quisiera morir un día
mirando este cielo, y dar
mi cuerpo a esta tierra que
me ha dado la libertad;
Quisiera morir un día
y ser tierra que pisar,
tierra en la tierra que sueño
ya para siempre jamás.
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