domingo, 31 de mayo de 2015

EL PALENTINO DE HERRERA


Resulta que hubo una persona en los cuarenta que era ministro de Trabajo y que había nacido en el pueblo palentino de Herrera de Pisuerga, allí donde se celebra el Festival del Cangrejo de río y en donde estaba el secadero de las anchoas Ramos cuya sede estaba en Santoña. (Perdón por tan tonto excursus, pero hay que barrer para el convento).  Sus padres, según cuentan por Fuentes Carrionas, tenían unos prados en los Cardaños y el hijo estudió en el Colegio de San José de Valladolid, un elegante colegio de los Padres Jesuitas. Más tarde, estudiaría Derecho en esa misma ciudad en la que, años ma´s tarde, allá por los cincuenta, construiría el barrio que lleva su nombre . Con treinta años, fue ministro de Trabajo, cargo en el que estuvo la muy respetable cifra de dieciséis años, hasta el cincuenta y siete. Este palentino, mientras fue ministro de Trabajo, instauró la paga extra de julio (la conocida como la paga del dieciocho de julio), la prestación por desempleo y las vacaciones pagadas. Sin embargo, somos tan injustos que nadie le recuerda por esto, sino por su participación con Raimundo Fernández Cuesta en el 23 –F y por pertenecer al búnker durante la transición. Esta parte de su vida me resulta siniestra y, evidentemente, no la comparto, pero creo que hay que dar a cada uno lo suyo. Este palentino, que se afincó en Fuengirola, luchó por impulsar un tren de cercanías hasta Málaga; por el Palacio de Congresos de Torremolinos y por que la carretera general llegara hasta Estepona. También, en un ámbito bien distinto como el de la educación, creó la Formación Profesional. No quiero hacer un panegírico de nadie tan sólo quiero que, cuando nos acordemos de lo malo también nos acordemos de lo bueno porque a este palentino que se desvivió por Málaga lo nombraron hijo predilecto y ahora, por cuestiones de la memoria histérica más que histórica, le ha sido arrebatado. No sería un santo, pero tampoco merecía tal despojo alguien que nos dio la paga, las vacaciones pagadas y las prestaciones por desempleo y que se entregó a su Fuengirola de adopción en donde murió.   Es de justicia, creo, lo que estoy diciendo y he dicho en esta entrada de blog. ¡Ah, se me olvidaba!, el palentino se llamaba José Antonio Girón de Velasco.

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