Ahora
que andamos con las tumba de Franco para arriba y para abajo, me gustaría
contaros este hecho histórico que recoge Carlos Fisas, de quien hemos escrito
una entrada ha poco, en su libro Anécdotas
de los Austrias: Se cuenta que, visitando Carlos V el sepulcro de Lutero,
el duque de Alba y algunos otros magnates le aconsejaron que hiciera desenterrar
y reducir a cenizas el cadáver del reformador. A lo cual respondió:
- Dejadle reposar. Ya ha encontrado su juez. Yo hago la guerra a los vivos y no a los muertos.
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