
¿Qué
hubiera pasado si Miguel de la Paz hubiera vivido? Pues, en primer lugar, que
Portugal, Castilla, León y Aragón se hubieran unido en un solo reino peninsular.
Esto acabaría ocurriendo en 1580, cuando, perdido o muerto (ya entraremos en
detalles más adelante, en otra entrada) don Sebastián en Alcazarquivir, el
trono de Portugal quedó vacante y optó a él Felipe II, hijo de Isabel de Portugal
y, por tanto, con derecho00 a ser rey de Portugal. Pero no pensaba así Antonio,
prior de Crato, que quería el trono para él y el asunto se dirimió, por
desgracia, por medio de las armas, en la batalla de Alcántara. España y
Portugal estuvieron unidos sesenta años, hasta 1640, en que la separación de
ambos reinos se llevó a cabo.
En
segundo lugar, algo que me parece aún más importante: la casa de Trastámara
hubiera seguido reinando en España y la de Avis en Portugal. Según el gran
historiador madrileño Manuel Fernández Álvarez, el no haber pasado la monarquía hispana a
manos de los Austrias nos hubiera evitado vernos envueltos en unos conflictos
centroeuropeos que esquilmaron las arcas del Estado y que lo llevaron, en
varias ocasiones, a la bancarrota. Las guerras de Flandes, de Alemania de
Austria fueron una sangría que impidió el desarrollo de una España que empezaba
a dar sus primeros pesos como nación. Realmente fue una pena que don Miguel muriera,
pero no podemos hacer historia – ficción. Nunca sabremos qué habría pasado con
esa España unida a Portugal y con un rey castellano y portugués al frente. Sin
embargo, quería dejar constancia de la efímera existencia de este bebé que pudo
cambiar, para bien, la historia de los dos países hermanos.
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