Por
Gabriel Miró siempre he sentido una gran devoción y fue de mis primeras
lecturas. Recuerdo siempre con emoción y con gran gozo estético sus Figuras de la Pasión del Señor , Nuestro padre san Daniel , El
obispo leproso, El libro de Sigüenza, El
abuelo del Rey y casi todo el resto de su obra pues hace unos años su
lectura me llenaba muchas tardes. No lo recuerdo como un gran narrador, pero sí
como un gran escritor. Sus obras son como una colección de diapositivas llena
de la hermosa luz levantina. Probablemente ya no esté de moda, pero yo os lo
recomiendo si gustáis de la buena literatura, de esa que no aparece en esa
sección tan terrible de los suplementos literarios que son “los más vendidos”.
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