jueves, 12 de febrero de 2015

DE LO SUBLIME


Siempre conviene regresar a los clásicos porque son como la case del padre cuyas muchas moradas siempre albergan una cama para nosotros y nuestros sueños. La lectura de Longino, y su De lo sublime nos lleva directamente, al mundo del buen gusto y nos aleja de los zafio y de lo chabacano que no sólo florece (es un decir) en la televisión sino en la “seriedad” de la lectura. Dice en la página 16 que “sólo es realmente grande aquello que ocasiona una reflexión profunda”. Poco o nada se reflexiona en el mundo de hoy y por eso se desconoce lo realmente grande pues, con la ignorancia, todo lo consideran enorme. No  hay relativización de los logros en las artes y así nos pasa, que cada día estamos descubriendo el Mediterráneo. Yo le recomiendo a todos estos artistillos baratos que se lean a Longino y que tomen nota de lo que dice porque ¡buena falta les hace!

 

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