Siempre conviene regresar a los clásicos porque son
como la case del padre cuyas muchas moradas siempre albergan una cama para nosotros
y nuestros sueños. La lectura de Longino, y su De lo sublime nos lleva directamente, al mundo del buen gusto y nos
aleja de los zafio y de lo chabacano que no sólo florece (es un decir) en la
televisión sino en la “seriedad” de la lectura. Dice en la página 16 que “sólo
es realmente grande aquello que ocasiona una reflexión profunda”. Poco o nada
se reflexiona en el mundo de hoy y por eso se desconoce lo realmente grande
pues, con la ignorancia, todo lo consideran enorme. No hay relativización de los logros en las artes
y así nos pasa, que cada día estamos descubriendo el Mediterráneo. Yo le
recomiendo a todos estos artistillos baratos que se lean a Longino y que tomen
nota de lo que dice porque ¡buena falta les hace!
No hay comentarios:
Publicar un comentario