Esto que
os voy a contar no se puede decir alegremente en Soria porque corres un grave
peligro de que te acaben metiendo una ración de torreznos por salva sea la
parte, pero la verdad histórica es la verdad histórica y no me queda más
remedio que proclamarla a los cuatro vientos: Polibio nos cuenta que Numancia
se rindió. Sí, como lo oís. Es duro porque esto rompe con la resistencia
numantina, pero los textos son los textos.
Leed:
Κακῶν τε οὐδὲν αὐτοῖς ἀπῆν, ἠγριωμένοις μὲν τὰς ψυχὰς
ὑπὸ τῶν τροφῶν, τεθηριωμένοις δὲ τὰ σώματα ὑπὸ λιμοῦ καὶ λοιμοῦ καὶ κόμης καὶ
χρόνου. Οὕτω δ' ἔχοντες αὑτοὺς ἐπέτρεπον τῷ Σκιπίωνι. Ὁ δ' ἐκέλευεν αὐτοὺς τῆς
μὲν ἡμέρας ἐκείνης συνενεγκεῖν τὰ ὅπλα ἔνθα συνέταξε, τῆς δ' ἐπιούσης
προσελθεῖν ἐς ἕτερον χωρίον. Οἱ δ' ὑπερεβάλοντο τὴν ἡμέραν, ομολογήσαντες ὅτι
πολλοὶ τῆς ἐλευθερίας ἔτι ἔχονται καὶ ἐθέλουσιν αὑτοὺς ἐξαγαγεῖν τοῦ βίου. Τὴν
οὖν ἡμέραν ᾔτουν ἐς τοῦ θανάτου τὴν διάθεσιν.
Es
decir:
Ningún tipo de miseria estuvo ausente. Se
volvieron salvajes de espíritu a causa de los alimentos y semejantes a las
fieras, en sus cuerpos, a causa del hambre, de la peste, del cabello largo y
del tiempo transcurrido. Al encontrarse en una situación tal, se entregaron a
Escipión. Éste les ordenó que en ese mismo día llevara sus armas al lugar que
había designado y que al día siguiente acudieran a otro lugar. Ellos, en
cambio, dejaron transcurrir el día, pues acordaron que muchos gozaban aún de la
libertad y querían poner fin a sus vidas. Por consiguiente, solicitaron un día
para disponerse a morir."
¡Qué
os voy a decir, amigos! Estas cosas fastidian, pero la verdad sólo tiene un
camino como decía el ínclito Carlos Mora, aquel madrileño castizo que fue
arrendatario del albergue de la Fuenfría en Cercedilla.
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