Hoy
es el día de la Asunción y quisiera basarme en el texto griego del Apocalipsis
de San Juan que, desde su exilio en Patmos, nos cuenta una visión maravillosa
de esa María ya asunta al cielo:
Καὶ σημεῖον μέγα ὤφθη ἐν τῷ οὐρανῷ, γυνὴ
περιβεβλημένη τὸν ἥλιον, καὶ ἡ σελήνη ὑποκάτω τῶν ποδῶν αὐτῆς, καὶ ἐπὶ τῆς
κεφαλῆς αὐτῆς στέφανος ἀστέρων δώδεκα,
καὶ ἐν γαστρὶ ἔχουσα, καὶ κράζει ὠδίνουσα καὶ
βασανιζομένη τεκεῖν.
Vamos a ir viendo despacio algunas
palabras de este bellísimo texto:
En primer lugar tenemos ὤφθη que es el
aoristo pasivo del verbo ὁράω que se traduce por ver. Por tanto y literalmente:
“fue vista una gran señal”.
En segundo lugar, nos encontramos περιβεβλημένη
que es del verbo περιβάλλω que
significa, en la voz media en la que está, revestida de algo o que se reviste
de algo, siendo, en este texto, el sol al que vemos en acusativo (τόν ἥλιον).
Con esta expresión, περιβάλλω +
acusativo, se expresaba en griego cuando un guerrero se revestía con su
armadura. Su tiempo es el perfecto por lo que significa que esa mujer estaba
revestida de sol en una acción acabada,
por tanto antes, durante y después de los que nos está contando San Juan. También,
a día de hoy, sigue revestida de sol.
En tercer lugar, καὶ ἐν γαστρὶ ἔχουσα
que, literalmente es “teniendo en el vientre”, es decir, “estando embarazada”.
En cuarto lugar, tenemos καὶ κράζει ὠδίνουσα
una expresión que en la que encontramos un verbo en presente κράζει (grita) y
un verbo en el participio de presente (pariendo)
que proviene del verbo ὠδίνω que se traduce por “tener dolores de parto”.
Acabamos con καὶ βασανιζομένη τεκεῖν en
donde encontramos un participio de presente en voz media-pasiva que tiene
varios significados en griego: “probar con la piedra de toque, ensayar y
atormentar”. A continuación viene el verbo griego en infinitivo que significa “dar
a luz” de cuya raíz nos viene en castellano tocólogo que es el médico experto
en partos y , nunca mejor traída a colación, la Teokokos o Madre de Dios.
Vamos, pues, a hacer una traducción lo
más literal posible:
Y fue visto una gran signo en el cielo,
una mujer revestida de sol (fijaos que uso el mismo verbo que se usa para la
armadura) y con la luna a sus pies y sobre su cabeza, una corona de doce estrellas
y teniendo en el vientre (que estaba embarazada) grita (en otras ediciones aparece
en imperfecto ἔκραζεν y, por tanto, lo
traducimos por “gritaba”) dando a luz y siendo atormentada al parir.
Que en una traducción más literaria
quedaría así:
Y se vio un gran signo en el cielo, una
mujer revestida de sol, con la luna a sus pies y una corona de doce estrellas
sobre su cabeza; y estaba encinta y gritaba dando a luz y con el tormento del
parto.
Un deslumbrante texto para un no menos
deslumbrante misterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario