domingo, 23 de abril de 2023

LOS LARGOS MOVIMIENTOS DE BRUCKNER

 


Al igual que hay personas a las que no les gusta el queso, también hay personas a las que no les gusta Bruckner y aducen como razón o causa que “sus movimientos son excesivamente largos”. No me parece una razón musical de peso para que no les guste Bruckner y, en confianza, me parece hasta una soberana tontería, pero no estaría de más que viéramos, a la pata llana, por qué los movimientos de Bruckner son tan extensos. De todos es sabido que una sinfonía se suele dividir en cuatro movimientos: el primero escrito en forma de sonata; el segundo que suele ser un adagio; el tercero, un scherzo y, el último, un allegro. Esto no es un dogma, pero los músicos lo suelen respetar.  También es sabido que cada movimiento tiene sus propios temas. En el caso de Bruckner, vemos que acostumbra a usar más de dos temas  en cuya exposición usa formas de desarrollo de estos temas que continúa en el propio desarrollo. Además, durante la recapitulación, Bruckner vuelve a desarrollar los temas por lo que la duración de los movimientos alcanza o supera la media hora. Con una buena guía de audición, no hay ningún problema y el disfrute está asegurado. Por citar un ejemplo, os propongo la Historia de la Sinfonía que podemos encontrar en la red de redes y que escribe Francesc Serracanta, un catalán de Molins de Rei. En esta guía de audición me he basado para esta humilde entrada. Os lo digo porque un filólogo tiene siempre que citar sus fuentes y para no arrogarme con méritos ajenos.

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