miércoles, 5 de abril de 2023

LAS "OTRAS" PASIONES DE CRISTO

 


Hoy, que es Miércoles Santo, me gustaría hablaros de algo que ya ha sido de sobra comentado por autores espirituales, pero que no conviene olvidar: la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo no fue sólo en los días del Triduo Pascual, sino que se extendió a toda su vida pública. Bastaría para afirmar esta idea con tres o cuatro pinceladas:

a)    Dolor de no verse comprendido por su propia familia que, si recordáis, lo toman por loco.

b)    Dolor porque sus propios discípulos (Pedro el primero aunque se arrepintiera) tampoco comprendieron su misión y tuvieron que ir muy poco a poco para enterarse de quién era en verdad Jesús.

c)     Dolor de verse rechazado por su propio pueblo pues judío era (y es  pues Iesus Christus heri et hodie et in saecula) Jesús y judíos los que le gritaban “ crucifícalo”.

d)   Dolor de no ser entendido por los sacerdotes de su propia religión judía.

 

Si el dolor que Cristo pasó el Jueves y Viernes Santo excede toda la comprensión humana pues su entrega voluntaria era ( y es en cada Eucaristía) por los pecado pasados, presentes y futuros de toda la humanidad, hay que añadir estos otros dolores no menores que tuvo que soportar, al menos, durante su vida pública sin olvidar cómo, siendo todavía muy jovencito, ni José mi María “entienden” que les abandonara en Jerusalén para dedicarse “ a las cosas de su padre”.

    Estos días santos son para reflexionar, para ofrecer nuestro sufrir que sirve también para corredimir con Cristo. Eso es lo verdaderamente importante para un cristiano en la Semana Santa: stare ad Crucem. Lo demás, el viajar a Benidorm, el darse el chapuzón en la playa o aprovechar las últimas nieves es perdonadme,  absolutamente contingente.

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