Ya sé que hablo mucho de Amós
de Escalante, pero el autor cántabro lo merece. Hemos hablado de sus poemas y
de su libro Costas y Montañas y nos
faltan algunos otros de los que ya os iré dando cuenta. Hoy le toca a Ave Maris Stella, una hermosa novela
histórica ambientada , como no podía ser
menos en don Amós, en su Cantabria. Escalante, como un equilibrista del
lenguaje, intenta manejar tres argumentos que, bien mirado podrían ser hasta
cuatro:
a) La
historia de los amores de don Álvaro con doña Mencía interferidos por don
Diego.
b) La
historia de los nueve valles de las Asturias de Santillana, con sus juntas y
sus leyes.
c) La
descripción del paisaje cántabro al que Amós amaba profundamente.
d) La
rivalidad entre los hermanos Pérez de Ongayo no sólo por el amor, como hemos
visto, sino por sus diferentes maneras de ser: señor feudal uno por nombre don
Diego; hombre enamorado y soldado, el segundo, es decir, don Álvaro y
religioso, don Rodrigo, el tercero. Menéndez Pelayo en su sustancioso prólogo
dice que es de las mejores novelas históricas de España, mejor incluso que El señor de Bembibre del berciano Gil y
Carrasco. A mí me ha gustado mucho en lo histórico y en lo paisajístico, sin
embargo ese final parece un tanto acelerado con la muerte de Álvaro y de Diego.
Empero, la novela merece ¡y mucho! la
pena. ¡Gracias don Amós por escribir tan hermosa obra!
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