Mi
descubrimiento de don Pedro Casaldáliga se produjo hace ya unos cuantos años y
dio como primer paso la lectura de una biografía sobre su vida en la que sus
pies pisan la tierra roja de Brasil. Hace poco, en la televisión, han puesto
una serie sobre su vida y, ahora, han llegado hasta mí unos sonetos que
responden al título de Sonetos
neobíblicos, precisamente. En estos
sonetos, don Pedro sigue fiel a sus preocupaciones de siempre: los pobres, los
marginados y los desheredados, es decir, los que nada tienen frente a los que
tienen todo. Casaldáliga se ajusta bien al soneto y se le ve su formación clásica
en la lectura de los grandes sonetistas del barroco. Me llama la atención una
cita que abre el libro junto con otras tres y que dice:
Un
soneto no lo escribe hoy casi nadie, salvo irónicamente
y que es del gran poeta
extremeño José María Valverde. Habría que decir a Valverde o a Casaldáliga que
Carmen Jodrá Davó ganó el Adonais con un libro de sonetos y que Joaquín Sabina
escribió su Ciento volando de catorce.
El soneto es de todas las épocas y no hace falta llamarse Garcilaso o
Gerardo Diego para practicarlo y ejercerlo con acierto. Hasta un servidor le ha
dedicado uno a su cuñado en el día de su cumpleaños. Pues nada más. Los sonetos
del obispo de San Félix de Araguaia están llenos de Dios y de Verdad, de ansia
de Vida y de Justicia, en definitiva, de AMOR. No perderéis nada si, dejando
vuestros quehaceres cotidianos, les echáis un vistazo. Mientras, os dejo una
muestra.
Cuerpo es
Comida
Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este Gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida,
EI vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
a ser Contigo el pan de cada día.
Llamados por la luz de Tu memoria,
marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
fraterna y subversiva Eucaristía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario