Hacía
tiempo que no leía un libro con tanta enjundia como el LTI de Viktor Kemplerer,
un libro en que este filólogo alemán analiza la lengua del Tercer Reich ( LTI
significa Lingua Tertii Imperii) con una precisión alemana. Es sabido cómo la
lengua es la expresión de nuestro pensamiento y cómo podemos modificar el
pensamiento por medio de la manipulación lingüística. Los nazis (y todas las
dictaduras, ya sean de derechas o de izquierdas), fueron maestros de la
manipulación. Que consiguieran embaucar a millones de personas en una de las os
regímenes más criminales de la humanidad. Pero Kemplerer no se para ahí, sino
que busca en los orígenes de esta nefasta ideología y encuentra sus orígenes en
el Romanticismo alemán que tenía rasgos que llevados hasta el paroxismo podían
acabar en algo maravilloso o en algo espeluznante. Kemplerer lo dice muy bien
tomando como referencia el libro de Historia de la Literatura Alemana de
Scherer : los alemanes volamos muy alto, pero también caemos muy bajo. También nos revela Kemplerer los cuatro puntos en los que para él
toma sus raíces el nazismo partiendo, como ya hemos dicho, del Romanticismo
alemán: destronamiento de la razón, animalización del ser humano, glorificación
de la idea de poder y glorificación de la fiera, de la bestia rubia. Es un
libro tan espléndidamente escrito que os recomiendo su lectura sosegada
(filólogo es el que lee despacio) y sobre todo os recomiendo un examen de
conciencia sobre lo ocurrido con la lengua en nuestro propio país en las
noticias sobre ETA, en los “argumentos nacionalistas vascos y catalanes y en el
mundo de la corrupción. Viktor Kemplerer hace un examen de conciencia
profundísimo: ¿nos atreveremos los españoles a hacer lo mismo con nuestra
lengua en los difíciles momentos por los que ha pasado nuestro país? Quizás
algún día…
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