Resulta
que le he cogido gustillo a los epigramas (siempre se lo tuve, esa es la
verdad) y os voy a regalar otro también
escrito por Marcial tras su regreso a Bílbilis. En este epigrama, Marcial se
muestra tan agradecido a Marcela por la finca que le ha regalado que nos va
describiendo todas sus bellezas. Incluso los jardines, según el poeta, dan dos
cosechas de rosas al igual que los de Pesto. Y no sólo eso: también nos dice
Marcial que , si la misma Nausícaa le ofreciera los jardines de su padre
Antínoo, los rechazaría para quedarse con los que Marcela ha tenido a bien
regalarle. Os lo dejo para disfrute vuestro.
XXXI Hoc
nemus, hi fontes, haec textilis umbra supini Palmitis,
hoc riguae ductile flumen aquae, Prataque
nec bifero cessura rosaria Paesto, Quodque
viret Iani mense nec alget holus, 5 Quaeque
natat clusis anguilla domestica lymphis, Quaeque
gerit similes candida turris aves, Munera
sunt dominae: post septima lustra reverso Has
Marcella domos parvaque regna dedit. Si
mihi Nausicaa patrios concederet hortos, 10 Alcinoo
possem dicere 'Malo meos.' |
Este
bosque, estas fuentes, esta urdimbre de sombra del alto emparrado, este río
canalizado de agua que lleva vida; estos prados y rosales que no cederían a los
de Pesto por más que den que dos
cosechas y la verdura que verdea en el mes de Jano y no la hiela el frío; y
la anguila que nada en un estanque cerrado y esta torre de blanco
resplandeciente que aves cría de su mismo color, obsequios son de mi dueña: A
mi vuelta, después del séptimo lustro, Marcela me ha regalado esta casa y
estos reinos pequeños. Si
Nausícaa a mí los jardines de su padre me regalara, a Alcínoo podría decirle:
“Prefiero los míos”!” |
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