Lo primero que quiero decir de José Julio Cabanillas es que nació en Granada.
Esto, al profano vulgo le puede parecer algo intranscendente, pero no lo es:
alguien que nace en Granada tiene ya la mitad del camino andado si quiere ser
poeta. Ver la Alhambra a diario, sentir el viento frío de la sierra o comerse
unas melcochas tienen que devenir, por fuerza, en una buen poesía. El caso de
José Julio Cabanillas no es distinto. Bien prologado por Juan Carlos Abril,
Cabanillas nos ofrece una poesía llena de lirismo que merece la pena conocer. Ahí os dejo este
poema y, por cierto, la foto que pongo de él es muy buena. Ya va siendo hora de que estos poetas a los
que coloco en mi blog tengan algún detallito ¿O no?:
Enero
Jano de enero vuelve sus dos caras.
La una hacia los meses que ya han muerto.
La otra al porvenir de un tiempo incierto.
Viene y se va volviendo y no se para.
La una hacia los meses que ya han muerto.
La otra al porvenir de un tiempo incierto.
Viene y se va volviendo y no se para.
El gozne del planeta da en su frente.
Mientras, los hombres siembran en el barro.
Mientras, las Osas pasan en su carro.
Pasan la luna sabia, el sol ardiente.
Mientras, los hombres siembran en el barro.
Mientras, las Osas pasan en su carro.
Pasan la luna sabia, el sol ardiente.
Loco enero de pelo en remolino
de tanta vuelta, ¿es ése tu destino?
De tanto ir y venir, ¿qué has aprendido?
de tanta vuelta, ¿es ése tu destino?
De tanto ir y venir, ¿qué has aprendido?
Tal vez llevo en la espalda a Dios prendido
igual que un monigote de papel.
Por eso el mundo gira en busca de Él.
igual que un monigote de papel.
Por eso el mundo gira en busca de Él.
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