Y para
cerrar este mes de la felicidad, El prisionero
del Cáucaso, un poema que debió salir el mes pasado en este blog, pero que
ha salido en éste. Pushkin, cuyo nombre también ostentaba el loro de Tierno
Galván, escribe un poema narrativo, - rara
avis en estos tiempos nuestros, pero no en los suyos-, sobre un joven ruso
prisionero en el Cáucaso. El autor, en una carta, dice que quiso reflejar la
vejez prematura del alma de los jóvenes rusos. Tengo que decir también que la
traducción es de esa gran traductora del ruso que es Selma Ancira. Y, con esto,
ya casi nos metemos en julio.
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