Ya conocéis mi afición por los
libros del santanderino Pereda y cómo esa devoción, pues la puedo llamar así,
me va llevando a la lectura sosegada de sus obras. Esta última que he leído, El buey suelto… me ha gustado mucho aunque
bien sé que su argumento y “tesis moral” están muy lejanos de este post-post
modernismo. Defender en una novela el matrimonio católico y ponerlo como fuente
de felicidad frente a la egoísta soltería de don Gedeón hace que la novela sea
políticamente incorrecta y que entre en el índex de los intelectuales post-post
modernos. Sin embargo, el pensamiento de los posmodernos ya hace tiempo que me
dejó de interesar pues mis caminos no son sus caminos. Yo me quedo con mi Pereda
y ellos que se queden con su Deleuze. Amen
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