A Carlos Edmundo de Ory le tenía muchas ganas desde
hace muchos años y, en este octubre que
más parece junio con esta temperaturas agobiantes del Indian Summer, me he
puesto a leer una especie de memorias poéticas en las que Ory nos habla de sus
tres ciudades: Cádiz, Madrid y París con la añadidura del pequeño pueblo
francés en el pasó sus últimos años. Y esas memorias son especiales porque son Memorias amorosas y este poeta creador
del postismo, que se nos fue en el 2010
y que había nacido en Cádiz en 1923, en
ellas nos va dibujando lugares que se guardan en la memoria del amor. Barandas,
alamedas, Misas de domingo, el caballero Tanhäuser van pasando en Tarsos; caminatas
votivas, luces de oscurantismo o recuerdos aciagos en Madrid; en París,
encontramos bistrots, falsos muertos, cuentos de amor y, en el pueblecito francés en que murió,
Amiens- Thêzy, nos deja sus “tiempos de
vejez”. Sensacional escritor Ory del que espero leer más, especialmente algún
poemario y sus Cuentos sin hadas. La
edición está al cuidado de Jesús Fernández Palacios, gaditano y poeta como Ory.
Y es que ser gaditano, cordobés o sevillano y no ser poeta es algo muy, pero
que muy raro.
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