San Pedro de Alcántara nació en la muy noble ciudad
de Alcántara en 1499 y su verdadero
nombre era Pedro de Garavito y Vilela de Sanabria por lo cual es fácil deducir
que su padres eran nobles y más en concreto, nobles procedentes de León. Pedro
recibió una esmerada educación y llegó a ir a Salamanca para estudiar Leyes,
pero abandona los estudios en 1515 y toma los hábitos en el monasterio de San
Pedro de Majarretes, muy cerca de su ciudad natal. Destacó muy pronto por su sencillez (viajaba
en una mulilla), por su penitencia (cuando no iba en su mula, recorría los
caminos con los pies descalzos) y por su brillante oratoria sagrada que
encandilaba las masas. Hombre
contemplativo, viajó, sin embargo, mucho y conoció a Santa Teresa de la que
llegó a ser confesor y amigo y con la que se entrevistó en la casa de doña
Guiomar de Ulloa, la dama abulense amiga de la Santa.
Un
día, San Pedro, llegó a Arenas y conoció la ermita de San Andrés del Monte. El
lugar le transportó y lleno de arrobo proclamó: «Dios tiene grandes
designios sobre este lugar»; y en él se quedó a vivir hasta su muerte, en olor
de santidad, un dieciocho de octubre de 1562. Si Arenas se apellida “de San Pedro”,
se debe a este santo extremeño que hoy celebramos y que desde muy pronto
recibió la veneración de esta villa abulense pero de habla extremeña. Lo
proclamaron patrón en 1622 e hicieron
voto de poner a perpetuidad su fiesta el día 19 de octubre. Pues, venga,
vámonos de fiesta con el Daniel Peces que ya estamos tardando en llegar a
Arenas.
Por cierto y para los que son
curiosos, San Pedro de Alcántara es el santo patrón de vigilantes jurados y
gente que trabaja en seguridad.
Por cierto y para los que son
curiosos, San Pedro de Alcántara es el santo patrón de vigilantes jurados y
gente que trabaja en seguridad.
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