Me he leído Los renglones torcidos de Dios de don Torcuato Luca de Tena y me he
encontrado con una novela apasionante que tiene su punto de novela negra (eso se
lo dejo a la opinión de Jesús Sanz Rioja, el hombre que más sabe de novela
negra al sur del Pisuerga) y que recoge el durísimo ambiente de un hospital
psiquiátrico. Para conseguir el ambiente de la novela., don Torcuato se internó
en Conxo, el psiquiátrico santiagués, durante un tiempo y contó además con el
asesoramiento de Vallejo Nájera que, al final, se acabó enfadando con él por
entrar en un psiquiátrico como enfermo. Pero don Torcuato quería “empaparse” de
lo que viven a diario estos “renglones torcidos” y quería ser un “renglón torcido”
más.
Muy bien escrita, con un castellano que
“ya no se lleva”, pero que es precioso, con unos diálogos precisos y bien construidos
pues no en balde fue Luca de Tena
escritor de comedias, tiene la novela el lenguaje de la “alta comedia” que
tanto se echa de menos en los tiempos que corren en que también a la literatura
ha llegado la moda de lo “bajuno” y lo soez. Alice Gould es una señora “bien”,
culta y forrada de dinero que se ha casado con Heliodoro, un hombre poco
cultivado y un tanto basto. Con estos y
otros muchos personajes, Luca de Tena va llevando al lector por los pasillos de
su relato que pende de una premisa: no sabemos si Alicia finge su paranoia o la
padece realmente.
Finalmente, quisiera decir que Don
Torcuato rinde un cálido homenaje a los abnegados “batas blancas” de un
hospital psiquiátrico que tienen que convivir a diario con casos terribles de
demenciados y otros tipo de enfermos psiquiátricos en una labor callada, poco
reconocida y de gran valor humano. Son sin duda grandes profesionales que
merecen todo los aplausos del mundo desde todos los balcones del mundo.
Muy buen esta novela que ya llevaba
mucho tiempo queriendo leer y que me deja con ganas de atacar otra del mismo
autor.
Me alegro de que te haya gustado. A mí me pareció un trabajo de orfebrería. Lo llamaría más bien novela policíaca, más que negra.
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