Resulta que el accésit del
Premio Adonáis 2013 se llama Lutgardo García Díaz y que es médico especialista
en Ginecología y Obstetricia. Resulta que es sevillano y ya he dicho en este
blog que ser poeta en Sevilla o en Granada o en Córdoba es tener parte del
camino recorrido pues no hay tierra con más poetas por metro cuadrado que la
andaluza. Pero es que además el doctor García Díaz escribe bien, pero que muy
bien, y sus temas son mis temas y sus caminos mis caminos. Lo prologa Aquilino
Duque que también anda por las sendas de la buena poesía, de la poesía con poso
y enjundia. Para mí ha sido una de las grandes lecturas y alegrías de este
verano en que he recibido varias cornadas. Os dejo este poema con el que me
identifico plenamente porque también mi prole es numerosa. ¡Ah, y se me
olvidaba añadir que, a decir de sus pacientes, es guapo. ¡Qué más quieres, Federico!
Mi
hijo pregunta por el cielo
Ya no habrá el dolor de nuestros huesos
maltrechos de vivir, de andar rodando
entre las escombreras de los días.
No tendremos la angustia de la duda
No tendremos temblor de cicatrices
ni la lluvia calando nuestras horas
cuando ladran los canes del insomnio.
No tendremos la angustia de la duda,
ni habremos de ensayar las despedidas
pues todo será encuentros y retornos
por los caminos lentos del desierto.
Me preguntas que cómo será el cielo,
si allí seremos niños,
o tendremos bastón y pelo blanco,
si habrá hamburguesas, globos y peceras…
Allí no tendrás miedo a las noches,
porque habrá sol – será siempre verano-,
y tendrás un balón, y esta piscina,
y tu mano en el hueco de mi mano.
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