Al filo de una noticia que leo hoy en El Norte de Castilla en la que se dice que Podemos se está
afianzando en la provincia, me permito hacer este pequeña reflexión sobre la
formación política que lidera Pablo Iglesias. En primer lugar, decir que no son
esos chiquillos alocados e incultos que nos han querido pintar. El movimiento
parte de la Complutense en donde unos profesores acérrimos seguidores de
Gramsci, el comunista italiano que, por cierto, murió con los auxilios
espirituales ante una imagen de Santa Teresita, se han unido para, tal y recomendara
el creador del Partido Comunista Italiano, conquistar la sociedad desde dentro
y en ésas están los chicos de Podemos, un partido atípico que se basa en la
fuerza de Internet con los blogs y las redes sociales. Según la noticia de El Norte, los votantes provendrían, básicamente,
de la izquierda, pero también de los que no saben a quién votar o incluso de
gentes de centro hartas de los políticos, de la casta como dicen los chicos del
partido. No son un fenómeno de perros flautas, sino algo que hay que tener en
cuenta- y muy en cuenta- para el futuro.
En lugar de echarnos las manos a la cabeza, nos tendríamos que preguntar con los
políticos de la casta en lo que ha ocurrido en España para que Podemos aspire
en muchos lugares al poder. Pero es que acaso ya sabemos la respuesta. La
posibilidad de que se cree un nuevo Frente Popular en España no está muy lejana
porque los de IU no van a tener reparos en unirse con Iglesias. No creo que
Cristo hubiera militado en Podemos como dice Pablo Iglesias porque Cristo era
la Vida y en Podemos se proclama con orgullo el “derecho” al aborto de la
mujer. Quizás Cristo estuviera con ellos para luchar contra la casta, pero eso
ya es otra historia que la dejamos para otra entrada.
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