Ya era hora de que hablara de Amós de Escalante como
prosista, pero he estado aguardando a terminar de leer con calma y mirando el
mapa su Costas y Montañas en el que
Amós de Escalante vieja a la antigua usanza, recreándose con el paisaje y
aprendiendo y enseñando de él. Ese sí que es un viaje que nos hace más cultos
y, sobre todo más humanos y que nos hace amar las tierras que visitamos. Los de
ahora, de móvil y fotos hasta de las más ilustres bobadas
que se repiten en todas
las cámaras de todos los viajeros, no creo que enseñen mucho. Don Amós parte de Castro
Urdiales y se llega, despacio y sin prisas, hasta Potes. ¡Bendito viaje que nos
va enseñando con calma nuestra Cantabria infinita, según dice en su publicidad
turística el gobierno de la región! A mí, que estoy últimamente muy cántabro el
libro me ha emocionado por momentos pese a ese cuerpo de letra que te hace
después visitar al Alain Afflelou. Una lectura muy recomendada para los amantes
de Cantabria y para ver si de una vez nos enteramos que hay dos Asturias: las
Asturias de Oviedo y las de Santillana. Si es que desde que vino la Logse, esto
ya no es lo mismo.
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