viernes, 31 de octubre de 2014

PIERROT LUNAIRE




Resulta que, hace unos años, Alberto Ruiz Gallardón, entonces Alcalde de Madrid, montó una perfonmance o como se diga, para escuchar en la Puerta del Sol el Pierrot Lunaire de Arnold Schönberg. En esa pomada estaba su amigo y poeta Luis Alberto de Cuenca que no se pierde una ( y hace bien) y ahora el poeta madrileño del barrio de Salamanca nos ofrece una muy buena y cuidada traducción de los poemas de Giraud que dieron pie, según nos documenta de Cuenca, a los poemas en alemán sobre los que Schönberg compuso su música. Luis Alberto, con el que me une nuestra común afición a Schwob y el que ambos somos del barrio de Salamanca (que Pablo Iglesias no nos lo tenga en cuenta) y filólogos clásicos, hace una excelsa edición en francés y en alemán y una gran traducción al castellano. Yo, a de Cuenca, lo leo desde aquella Antología de la poesía latina que publicó en Alianza con Alvar en la que, por cierto, dijo en una ocasión que había deslizado un poema propio que jamás he descubierto. Por favor, amigo de Cuenca ¿cuál era el poema? Espero que me saques de dudas alguna vez. Ah, y Giraud era un poeta belga que me pongo a escribir y se me va la pinza. En este poema, hay mucho ajenjo y mucho vino y, al final, una borrachera de luna. Bueno, si tan sólo es de eso.

 

BORRACHERA DE LUNA

 

El vino que por los ojos se bebe,
a raudales verdes de la luna mana,

y emerge como marejada

 

los horizontes silenciosos.

 

Dulces consejos perniciosos,

 

en el filtro nadan en tropel.

 

 

El vino que por los ojos se bebe

 

a raudales verdes de la luna mana.

 

 

El Poeta religioso

 

del extraño ajenjo se emborracha

 

aspirando, hasta aturdirse,

 

y alzando su embelesada cabeza a los cielos,

 
el vino que por los ojos se bebe.
 

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