Si, hace
un par de entradas, comentaba lo chabacano del señor Margheri, la presentación
de la Novena de Beethoven (del que hablábamos en la entrada anterior) con un
cartel chabacano y hortera en el Auditori de Barcelona me hace poner el grito
en el cielo. Estamos inmersos en una sociedad chabacana y zafia que lo va
impregnando todo. El pacto con la mediocridad es tan descarado que provoca
vómitos. Ni mis querido Chunguitos, ante todo unos grandes profesionales, se
hubieran rebajado a tamaño dislate para promocionar un concierto en Parla.
¿Cómo es posible que gente tan culta, tan comprometida con el puto procés, sean capaces de anunciar así la
Novena? Esta sociedad huele a burdel barato con pachulí y luces rojas y llevamos
muy mal camino. Estáis avisados.
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