La
desamparada hermosura de José María Álvarez viene precedida en cada poema por
versos virgilianos lo cual es muy de agradecer por la colonia de filólogos clásicos
que habitamos en España. Este poeta de Cartagena cuya obra Museo de cera tuvo – y tiene-, un gran éxito con ocho ediciones que
se extienden en el tiempo de 1974 a 2016, escribe bien a la sombra de los versos del vate de Andes y
tiene la delicadeza de “cubrir” su poemario con una acuarela de José Antonio
Sandoval García. Buena poesía que nos sirve Renacimiento en su Calle del Aire.
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