Como da la casualidad
de que estoy confinado y no sé si a resultas de la fiebre, me ha venido a las
mientes el asunto del que os quiero hablar pues voy a dedicarme a explicaros de
dónde puede venir esta expresión que es una de las muchas maneras de decir en
castellano lo que los antiguos llamaban un ayuntamiento carnal.
Lo primero que he encontrado es que, allá por el siglo XVIII, los fumadores solían
tomar el tabaco en forma de rapé, ya sabéis esa tabaco picado que casi estaba
en polvo y que se consumía por vía nasal justo como esa sustancia en la que
estáis pensando. En aquellos días de pelucas empolvadas (también relacionado
con polvo), acabada la comida, los
hombres se retiraban a “echar un polvo” en alguna sala aneja y, en ocasiones, el
apartamiento daba lugar a tener algún ayuntamiento con alguna dama que a ello
se prestara.
La segunda explicación nos viene de la
expresión latina Memento homo quia pulvis
es et in pulverem reverteris que nos dice el sacerdote cuando nos impone la
ceniza el miércoles de ídem. Esa expesión latina, de manera popular se traducía como “ del polvo
vienes y al polvo has de volver”. Si
venimos del “polvo”, no era difícil llamar polvo al acto generador.
Espero que os haya gustado esta curiosa
explicación que la podéis leer en posición vertical u horizontal. No sé si me
habéis entendido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario