jueves, 27 de enero de 2022

ECHAR UN POLVO

 


Como da la casualidad de que estoy confinado y no sé si a resultas de la fiebre, me ha venido a las mientes el asunto del que os quiero hablar pues voy a dedicarme a explicaros de dónde puede venir esta expresión que es una de las muchas maneras de decir en castellano lo que los antiguos llamaban un ayuntamiento carnal.

         Lo primero que he encontrado es que,  allá por el siglo XVIII, los fumadores solían tomar el tabaco en forma de rapé, ya sabéis esa tabaco picado que casi estaba en polvo y que se consumía por vía nasal justo como esa sustancia en la que estáis pensando. En aquellos días de pelucas empolvadas (también relacionado con polvo),  acabada la comida, los hombres se retiraban a “echar un polvo” en  alguna sala aneja y, en ocasiones, el apartamiento daba lugar a tener algún ayuntamiento con alguna dama que a ello se prestara.

         La segunda explicación nos viene de la expresión latina Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris que nos dice el sacerdote cuando nos impone la ceniza el miércoles de ídem. Esa expesión latina,  de manera popular se traducía como “ del polvo vienes y al polvo  has de volver”. Si venimos del “polvo”, no era difícil llamar polvo al acto generador.

         Espero que os haya gustado esta curiosa explicación que la podéis leer en posición vertical u horizontal. No sé si me habéis entendido.

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