En
las dedicatorias de los libros, se puede encontrar uno algunas bellezas como
ésta que aparece en la traducción que Pedro Bádenas de la Peña y Alberto
Bernabé Pajares publicaron en un ya muy lejano 1984. Aquella
traducción de los Epinicios pindáricos ( sobre los que volveré en breve) es
sencillamente magnífica con su comentario interpretativo de cada epinicio por
lo que le hace ser una obra fundamental para todo aquel lector que quiera
disfrutar de la obra del poeta beocio. Por el momento, la bellísima dedicatoria
que ambos les hicieron a sus hijos en griego clásico:
A
María, Helena y Pedro
τέκνοις
φίλοις,
ἐσομένου
χρόνου ὑποσχέσει,
τόδε
τῆς Μούσης τῆς ἀρχαίας ἄωτον
πατρίᾳ
σὺν στοργῇ ἡρμηνεύσαμεν.
Que viene a decir así
en castellano:
a
nuestros queridos hijos,
promesa
de un tiempo futuro,
esta
flor de una Musa antigua,
con
cariño paternal hemos traducido.
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