Don
Antonio García Bellido, del que nadie se acuerda porque los niveles culturales
están no bajo mínimos, sino en las catacumbas, fue un ilustre profesor manchego, de Villanueva de los Infantes para más datos, que con tan sólo veintiocho años ganó la cátedra de Arqueología de la
Universidad de Madrid. Los que hemos estudiado el Arte de Roma recordamos su
Arte Romano, texto fundamental para adentrarse en las maravillas de Roma, pero
también recordamos dos libritos de la mi muy querida colección Austral: España y los españoles hace dos mil años
y La España del siglo I de nuestra era,
según P. Mela y C. Plinio. El primero es una traducción comentada ( ¡y cómo!)
del libro tercero de Estrabón que está dedicado íntegramente a Iberia. Como
bien dice el maestro en el prólogo “No habrá lector español y serán muy pocos
los americanos de habla española, que no encuentren en sus páginas una
respuesta más o menos amplia a la pregunta curiosa de cómo era su región, su
pueblo, sus paisanos, su monte, su río o su campo allá en los lejanos tiempos
de Augustus, lejos ya de nosotros en más de dos
milenios”. Como una pequeñísima muestra, he escogido un pasaje: el punto
3 del capítulo 2 del libro III de Estrabón en el que el gran historiador
griego, ya de la época augústea, nos habla de cómo el Guadalquivir (Baítis) era
navegable hasta Córdoba e incluso más allá. Os pongo el texto griego y la
traducción del maestro García Bellido y me permito, - que los dioses no tengan
en cuenta mi osadía- , añadir algunos comentarios –mínimos- de mi propia
cosecha.
Παροικεῖται δὲ ὑπὸ
πλείστων ὁ Βαῖτις καὶ ἀναπλεῖται σχεδόν τι ἐπὶ χιλίους καὶ διακοσίους σταδίους ἐκ
θαλάττης μέχρι Κορδύβης καὶ τῶν μικρὸν ἐπάνω τόπων.
Las orillas del Betis
son las más pobladas; el río puede remontarse navegando hasta una distancia
aproximada de mil doscientos estadios (διακοσίους σταδίους ἐκ θαλάττης μέχρι
Κορδύβης) desde el mar hasta Córdoba e incluso hasta algo más arriba.
COMENTARIO: Los mil
doscientos estadios son, aproximadamente y tomando la medida del estadio de
Olimpia que son 600 pies, es decir, 192,27 metros, 230,724 kilómetros río
arriba. Si comprobamos que la distancia por el río desde Sevilla a Córdoba son
unos 120 kilómetros, llegaríamos bastante más arriba de Córdoba tal y como
traduce después García Bellido.
καὶ δὴ καὶ ἐξείργασται
περιττῶς ἥ τε παραποταμία καὶ τὰ ἐν τῶι ποταμῶι νησίδια. πρόσεστι δὲ καὶ τὸ τῆς
ὄψεως τερπνόν͵ ἄλσεσι καὶ ταῖς ἄλλαις φυτουργίαις ἐκπεπονημένων τῶν χωρίων.
Las tierras están
cultivadas con gran esmero, tanto las ribereñas como las de sus breves islas.
Además, para recreo de la vista, la región presenta arboledas y plantaciones de
todas clases admirablemente cultivadas.
μέχρι μὲν οὖν Ἱσπάλιος
ὁλκάσιν ἀξιολόγοις ὁ ἀνάπλους ἐστὶν ἐπὶ σταδίους οὐ πολὺ λείποντας τῶν πεντακοσίων͵
ἐπὶ δὲ τὰς ἄνω πόλεις μέχρι Ἰλίπας ταῖς ἐλάττοσι͵ μέχρι δὲ Κορδύβης τοῖς ποταμίοις
σκάφεσι͵ πηκτοῖς μὲν τὰ νῦν τὸ παλαιὸν δὲ καὶ μονοξύλοις·
Hasta Híspalis, lo que supone cerca
de quinientos estadios, pueden subir navíos de gran tamaño; hasta las ciudades
de más arriba, como Ílipa, sólo los pequeños. Para llegar a Córdoba, es
necesario usar ya de barcas de ribera, hoy hechas de piezas ensambladas, pero
que los antiguos construían de un solo tronco.
COMENTARIO: Híspalis es Sevilla, distante
del mar unos cien kilómetros. Ílipa es Alcalá del Río que dista de Sevilla 16
kilómetros río arriba. García Bellido explica en sus notas que para llegar a
Córdoba los lugareños lo hacían primero en troncos, pero que después, por influencia
romana, se hacían barcazas de piezas ensambladas.
τὸ δ᾽ ἄνω τὸ ἐπὶ
Καστλῶνος οὐκ ἔστι πλόιμον· παράλληλοι δέ τινες ῥάχεις ὀρῶν παρατείνουσι τῶι
ποταμῶι μᾶλλόν τε καὶ ἧττον αὐτῶι συνάπτουσαι πρὸς βορρᾶν͵ μετάλλων πλήρεις.
Más arriba de Cástulo
el río deja ya de ser navegable; varias cadenas montañosas y llenas de metales
siguen la orilla septentrional del río, aproximándose a él unas veces más,
otras menos.
COMENTARIO: Castulo o
Kastoulón era una ciudad ibérica del Alto Guadalquivir. Sus ruinas están en
Cazlona, corrupción de Castulona, al sudeste de Linares, a orillas del
Guadalimar, afluente del Guadalquivir. Estamos pues en las comarcas mineras del
norte de Jaén.
Resumiendo lo dicho
por Estrabón, tenemos una zona navegable para barcos desde Sanlúcar a Sevilla,
es decir, tal y como es en la actualidad. Más adelante, hasta Alcalá del Río,
tan sólo podían remontar barcos pequeños y, hasta Córdoba la navegación se
hacía por medio de barcazas que también llegaban hasta la actual Linares que,
siguiendo la A-4, dista de Sevilla 253 kilómetros. Si a esta distancia le
sumamos la parte navegable del río en la actualidad desde Sevilla a Sanlúcar
que ya hemos visto que son unos cien kilómetros, el Guadalquivir, de una manera
o de otra sería navegable a los largo de 353 kilómetros aproximadamente que
excede en cien kilómetros los 1200 estadios de río navegable del que hablaba al
principio Estrabón que quizás sólo tuvo en cuenta desde Sanlúcar a
Córdoba. Por cierto, la etimología
preciosa de Sanlúcar os la dejo para otra entrada.
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