Aprovechando
unos días de baja por un problema “motórico”, voy a intentar explicaros, basado
en Miguel García –Posada, el gran conocedor de la obra del poeta granadino, la
simbología en la poesía de Lorca.
En su espléndida introducción a sus Poesías completas que publicó Akal allá
por 1979, el profesor García Posada, que, por cierto, fue catedrático de
Enseñanza Media y, por tanto, una prueba evidente de que, desde la “modesta Enseñanza Media”, y no sólo desde la “santa
Universidad”, también se pueden llevar a
cabo investigaciones de fuste, dice así con referencia a los símbolos
lorquianos por excelencia.
a)
LUNA
-
Muerte. Recordemos la luna que va a la
fragua con su polisón de nardos para llevarse al niño gitano.
-
Símbolo y agente de Eros y, por tanto,
símbolo de la fecundidad. Así en la poesía dedicada a San Gabriel, la luna se
presenta en la descripción de la gitana que como una virgen calé ha recibido la
visita del arcángel:
(…) bien lunada y mal vestida
-
Encarnación de la belleza.
Granada era una luna
ahogada entre las yedras.
b)
AGUA
El
agua tiene dos significados:
a)
Positivo: Se produce cuando es agua
que corre, agua en movimiento del mar o de los ríos. Así lo vemos en la danza
orgiástica de Yerma:
¡Ay, qué desnuda estaba la
la doncella en el agua!
Es el baño de las mujeres en Galicia
en las playas como La Lanzada que tiene el sentido mágico de proporcionar la
fecundidad a las estériles.
b)
Negativo: Se produce en el agua
estancada o parada. Así en pozos, estanques o albercas. Bernarda Alba dirá que
el pueblo es un pueblo sin río, un pueblo de agua de pozo para “justificar” su
maldad, su deseo de muerte. En la Casida
del herido por el agua, leemos:
(el corazón del niño) está pasado
por el punzón oscuro de las aguas.
C)
SANGRE
Vemos en la sangre la
sexualidad (recordemos el rito gitano del pañuelo que sale manchado de sangre
en la mujer virgen al desflorarla y, unido a la sexualidad, está la fertilidad.
Por el contrario, la sangre derramada es la muerte. Por eso, Federico no quiere
ver la sangre derramada de Ignacio Sánchez Mejías.
D) CABALLO.
Aunque
ya hemos hablado en una entrada anterior, merece la pena volver a él.
a) Vida. La encontramos en el caballo
garañón de La casa de Bernarda Alba.
Recordemos que cocea en la cuadra lleno de deseo provocando a su vez el deseo de
las hijas. Por tanto, sería un trasunto de Pepe el Romano, el “macho” que,
aunque no aparece en la obra, es fundamental en la misma.
b) El caballo también puede ser muerte
y así lo encontramos en los “caballos negros” que pueblan la poesía de Federico:
Caballito negro.
¡Dónde llevas tu jinete muerto?
E) HIERBAS. Generalmente
en Lorca son sinónimo de muerte:
(…) porque cicutas y ortigas
nacerán de tu costado.
En
el muy famoso Romance del emplazado.
F) METALES
Son sinónimo de muerte y tienen su
apoteosis en el cuchillo que tanto aparece en la poesía y en el teatro
lorquiano. Así, sin más, se me viene el cuchillo de Bodas de sangre o los cuchillos y navajas de Albacete en el Romancero gitano.
Más simbolismos hay en Lorca referidos
incluso a ciudades:
Sevilla es lo dionisíaco / Córdoba,
la muerte / Granada, la melancolía del agua quieta.
Lo más importante es que, tras este
somero análisis (remito a la obra de García - Posada para un conocimiento más
exhaustivo) vamos a disfrutar aún con
más deleite de lo que disfrutamos de su excelente poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario