Como es verano y no tengo que
atender a las clases, me dedico a cosas menores como son los topónimos y así me
alejo de los fiestorros que son solaz del vulgo ciego. Hoy quiero tratar de dos
topónimos gallegos que me son muy queridos: Porto do Son y Portosín.
En
los manuscritos de los siglos XV y XVI, aparece esta villa gallega como Porto
Docon, Dozon o Doçon, sin olvidar Dosson, con doble “ese” para dejar claro que
es una ese sorda ( es decir, en la que no suenan las cuerdas vocales que es,
por otra parte, la ese que tenemos en castellano actual). El padre Manuel Rodríguez Pazos recoge la
última forma en el siglo XV. En el Theatrum
Orbis Terrarum, en la versión de Fray Hernando de Ojea, aparece la forma
Doçon.
Es
a finales del XVIII o principios del XIX cuando, en las actas notariales, se recoge la forma Do Son en lo que parece una
incorrecta segmentación del término usado hasta este momento, En los años cuarenta, se conoce como Puerto
del Son y ya en 1983, con la Ley de Normalización Lingüística da Xunta,
encontramos Porto do Son.
Francisco
Calo Lourido, que trata de este topónimo en su libro La cultura de un pueblo marinero: Porto do Son, dice que el nombre viene
de Portus Dorsum, es decir, puerto que está al otro lado, haciendo referencia a
su ubicación con respecto a la Serra da Barbanza.
Para
Portosín, todo es más sencillo pues vendría de Portus Sini. Este último
sintagma significa “el puerto de la bahía”, haciendo referencia a su ubicación a la entrada de la ría de
Muros y Noya, la noble villa coruñesa que foi o porto de Compostela. Esta evolución de Portus sini a Portosín es muy semejante a la de Villa Marini
> Marín y Mansio Lalini > Lalín.
¡Hay
que ver la de cosas que descubre uno cuando se dejan las clases!
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