miércoles, 31 de octubre de 2018

EL CONCIERTO DE VIOLÍN DE ALBAN BERG Y SU SENTIDO NUMEROLÓGICO




Últimamente me ha dado por las ciencias ocultas así que no  me pierdo a Íker Jiménez y su Cuarto Milenio. Esto ya me viene de lejos, de cuando veía en el UHF al doctor Jiménez del Oso que llegó a convencerme tanto de la existencia de los OVNIS que salía al campo con una libreta para anotar los avistamientos. También me leí El triángulo de las Bermudas y me acongojaba pensando en que mi tía Gloria, camino de Venezuela, pasaba dos veces por tan singular lugar del que hace muchos años que nada se dice. Todo esto viene porque me ha dado ahora por buscar el significado numerológico del Concierto para violín de Alban Berg. Parece ser que hay en esta partitura tres números mágicos:

  • El 23, que fue su número fatídico. Y la verdad lo era porque un día 23 de diciembre dijo: “Hoy será un día decisivo”. Y lo fue pues moría a poco de la medianoche cuando ya era día 24.
  • El 10. Simbolizaba a Na Hannah Fuchs-Robettin, mujer con la que tuvo una aventura secreta los diez últimos años de su vida.
  • El 28 del que carecemos de de explicación, pero al que temía mucho el bueno de don Alban.

Y es que la vida de Berg estuvo dominada por tres mujeres:

  • La primera fue María Scheuchi (Mizzi) con la que tuvo una hija que nació en 1902 y a la que Berg nunca reconoció. Como no pudo ser padre con la hija de Mizzi, lo quiso ser con la hija de Alma Mahler y Walter Gropius, Manón Gropius, a la que quiso como una hija y a la que dedicó, cuando la joven falleció, el Concierto para violín que ahora nos ocupa. Este concierto sirvió de Réquiem para la joven Manón y de Réquiem para el propio Berg que murió en la medianoche del día 24. Su concierto se estrenaría en el Palau de la Música de Barcelona, un 19 de abril de 1936.
  • La segunda su santa esposa
  • Y la tercera la ya mencionada Na Hannah Fuchs-Robettin.
                                                                                   
    Os seguiría contando más cosas del concierto, pero acaba de empezar Cuarto Milenio y no quisiera perdérmelo por nada del mundo. Cosas de la edad madura.

CRISTO Y SÓCRATES



Insistía mucho el gran Papa emérito, Benedicto XVI, en que el cristianismo no vino para suprimir la filosofía griega, sino para culminarla. Es decir, que Sócrates, el Sancte Socrates, ora pro nobis que decía Erasmo de Rotterdam, era un antecedente de Cristo. Al leer el espléndido libro del maestro Antonio Tovar, Vida de Sócrates, encuentro un pasaje que viene a dar la razón a Ratzinger:

         “El sumo bien platónico no es sino la coronación de este anhelo socrático, que no logró una fórmula tan precisa en el maestro, pero que es la escala por donde se levanta al monoteísmo y  la idea de una providencia. La causa final es el bien y domina en todos los campos, en la estética, como en la moral y en la física”

         Es por tanto que esa idea paulina de  diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum que abreviada, omnia in bonum, todo para bien, es la base de la fe en la providencia divina ya estaba en el  Fedón platónico.

         Y es que, pese a lo que nos quieren hacer creer, un poco de filosofía nos aleja de Dios, pero, entrando a fondo en ella, nos acercamos. Gracias, Pascal, por prestarme la cita.

EL SENDERO EN EL BOSQUE O HACER LITERATURA CON BUENOS SENTIMIENTOS



¿Se puede hacer una novela con un tipo raro, un médico más raro todavía, un balneario y una chica rústica que se enamora del tipo raro?¿Se puede hacer una novela con dos senderos, uno que va  hacia la casa de la chica y otro que va para el balneario?¿Se puede hacer una novela con balnearios en los que la gente iba a tomar las aguas sin necesidad de llamarse Thomas Mann? Pues sí, se puede. Como se puede escribir una novela sin tener que recurrir - ¡aprende, Almudena Grandes, santa esposa del poeta de la poesía de la experiencia!-, a la puta Guerra Civil. Adalbert Stifter lo hizo y escribió El sendero en el bosque.

martes, 30 de octubre de 2018

VIAJANDO CON CANETTI






No sabía cómo decíroslo, pero resulta que me ido de viaje a Marrakesh con Elías Canetti y él, con ese gran oído que tiene y con esa exquisita sensibilidad me ha ido llevando por las callejas de la ciudad y con él he visitado a una familia judía, he visto adivinos, curanderos y camellos a la puesta del sol muriendo junto a las murallas. Sólo se puede viajar si se tiene esta sensibilidad; otros tipos de viaje, ahora que se viaja en masa o en rebaño,  no sirven para nada porque lo de que “viajando se aprende” es una vil mentira pues, como decía, Jardiel Poncela, “si viajando se aprendiera, los revisores de la RENFE serían catedráticos”.  Además, Canetti me iba narrando esos caracteres que conforman uno de sus mejores libros, El Testigo Oidor, una maravilla que me recuerda a mi muy querido, citado y admirado don Álvaro Cunqueiro. No creo en los viajes como fuente de aprendizaje, pero este viaje que he hecho con don Elías qué queréis que os diga… Entre poetas nos entendemos.

sábado, 27 de octubre de 2018

LA MONJA BILOCADA DE FRANCO


Ahora que Franco, a los cuarenta años de su muerte, vuelve a estar en los telediarios, he pensado que era el kairós (o sea, el momento oportuno) tras tratar de Mersida, su bruja particular;  de Corinto Haza, su adivino,  y del complejo de Edipo del dictador, de tratar de Ramona Llimargas Soler que nació en Vich un 24 de marzo de 1892.  De su biógrafo oficial, el  Padre Pedro Fernández Rodríguez, escojo algunos pasajes de su vida:

La gente la trataba de tonta, pues desconocían su intensa vida interior. Eran frecuentes sus éxtasis después de comulgar y se comentaba que se dormía con los ojos abiertos. Para evitar habladurías, su confesor le ordenó que se fuera a casa a hacer la acción de gracias. Ramona salía atormentada los días festivos de Misa, al comprobar la cantidad de personas que comulgaban en pecado mortal, ya que el Señor le había otorgado el Don de penetrar las conciencias.”

         Sigue el padre Fernández:

“La noche del  21 de julio de 1936, los milicianos rojos incendiaron la Catedral de Vich y los Conventos de la Merced y de los Remedios, después de saquearlos. En Agosto, es detenida por haber escondido en su casa al Obispo de Vich. Cuatro milicianos la amenazan con la muerte si no les dice dónde está el obispo en ese momento. Incluso la ofrecieron hasta dinero para que hablara. Su respuesta fue firme, con la fortaleza de una mártir: -“No vendo mi alma por cuatro dineros y no sé dónde está, pero si lo supiera tampoco os lo diría…La llevaron, de noche, al despoblado para torturarla y asesinarla, pero el jefe de las brigadas antifascistas, verdaderos asesinos de inocentes, Francisco Freixenet, reconoció que Ramona había curado hacía tiempo a su hijo de asfixia y no permitió que los milicianos la hicieran nada. Los últimos meses de guerra los pasó refugiada en la Masía de El Pujol de Calldetenas, en la plana de Vich, propiedad de los padres de Mercedes Alsina, que sería luego secretaria de la madre Ramona en la obra de Jesús Paciente. Ramona cuidó a los cinco hijos de la familia, enfermos de tifus, y curaron milagrosamente gracias a sus oraciones y desvelos.”

         Sin embargo, todavía no hemos llegado a lo más llamativo: los encuentros con Franco. Así nos lo cuenta de nuevo su biógrafo:

Igualmente tuvo frecuentes intervenciones directas con Francisco Franco. La primera vez que se apareció al Caudillo, éste muy sorprendido, se santiguó al verla y le pidió que rezara un Avemaría. Ramona le respondió: “Tres rezaré, si así lo quiere…” Una vez asegurado que la aparición venía de parte de Dios, la escuchó  con sencillez y con los brazos cruzados. Ramona le hablaba en catalán, por lo que Franco le pidió que, por favor, le hablase en castellano para mejor comprenderla, y ella respondió que no podía pues lo ignoraba. Hablándose despacio ambos se entendían a la perfección.”

         El “igualmente” viene porque sor Ramona se aparecía también a los jefes republicanos, pero éstos, no la hacían caso. Pero sigamos con estas curiosas apariciones al Caudillo:

         Una vez tardó cuarenta días en visitar a Franco, y el Caudillo estaba nervioso y preocupado. Cuando volvió Ramona a verle, le preguntó si no había venido por no estar él en Gracia de Dios. La vida cristiana de Franco es un hecho constatado. Le gustaba leer la Sagrada Escritura, rezaba cada día el Rosario en familia y asistía diariamente a Misa. Comulgaba frecuentemente y confesaba siempre antes. El Padre Leandro Gallego, conversando con la esposa de Franco, le dijo: “No comprendo una piedad tan profunda en un hombre y menos en un militar, si no es que hubo algo muy maravilloso y sobrenatural en aquellos años de guerra.” A lo que Carmen Polo le contestó: “Sí, Padre, fueron tantas que ya casi sobra la fe.”

         La extrañeza del padre Leandro Gallego también la han tenido varios historiadores y todos coinciden en que algo le debió de pasar a Franco durante la Guerra porque, en África y en Zaragoza, se le desconocía esa intensísima vida de piedad. Recordemos que, durante su estancia en Zaragoza como director de la Academia, introdujo el uso del preservativo entre los cadetes. ¿Fueron estos encuentros con sor Ramona lo que le produjeron el cambio y despertaron en él ese deseo de vida de piedad? No lo podemos saber, pero sí que podemos seguir leyendo al biógrafo de la monja:

         “Ramona aconsejaba al Caudillo. Lo animaba a que rezase el Rosario asiduamente y a que fuera al frente de batalla sin miedo, pues no le pasaría nada.”

            “Los consejos de inteligencia sobrenatural de Ramona, “La Catalana”, fueron determinantes en multitud de ocasiones, por ejemplo, para el cambio de estrategia al final de la batalla del Ebro. En la inauguración del monumento a dicha efeméride, dijo Franco: “No necesito argumentos para creer en Dios, porque he visto su protección muchas veces durante la Cruzada”.

         Llama la atención cómo en la historia de España ha sido frecuente la aparición de monjas que aconsejaban a los gobernantes y así podemos recordar a sor Patrocinio, la monja de las llagas. Sor Ramona tenía el don de la bilocación, regalo que Dios hace a sus elegidos, y eso le permitía estar en el convento de Barcelona y, al mismo tiempo, hablar con Franco.

         Su muerte tuvo lugar en un auténtico olor a santidad tal y como nos cuenta de nuevo el padre Fernández Rodríguez:

“La Madre Ramona pidió al Señor que la traspasase un cáncer que padecía una madre de familia a la que cuidaba. Aceptó el Señor y Ramona no quiso nunca ni calmantes ni anestesia. Murió el 8 de octubre de 1942, sin haber visto aprobada su Obra por la Iglesia como Instituto Religioso. Su fama de santidad se extendió enseguida.”

         Se me ocurre, con todo el respeto por sor Ramona, que podría hacerle alguna visita a Carles Puigdemont para ver si le logra poner en razón a tamaño irredento y dejarse de tantas payasadas; de paso, también se podía aparecer en el Parlamento catalán y en el Ayuntamiento de Barcelona para ver si, con el susto de ver aparecerse a una monja, se les quitaba esa obsesión por el procés que, aparte de ser totalmente anticonstitucional, es muy cargante.  Lo creo difícil, pero no hay que perder la esperanza. Desde luego, os aseguro que, si lo consiguiera, era para canonizarla el domingo que viene. ¿O no?

 

 

 



miércoles, 24 de octubre de 2018

BODAS REALES DE GALDÓS



Sigo con mi lectura apasionada de Galdós y sus Episodios Nacionales. En este mes, además de Gerona – de la que  ya os he hablado-, le toca el turno a Bodas reales, un episodio que, si todos los que llevo leídos hasta este momento me han gustado, éste me ha llevado hasta el paraíso literario. La familia Carrasco, unos manchegos que han venido hasta la capital del reino de las Españas ( ahora,  nación de naciones) para intentar medrar y poder casar a las hijas, están magistralmente descritos por el escritor canario y, entre medias, todos los líos de pretendientes para la reina niña, la que pasaba de jugar con sus muñecas a firmar la disolución de las Cortes. Los Episodios Nacionales deberían ser lectura obligada en los colegios e institutos de España, pero ¡qué estoy diciendo, mein Gott”! ¡ Si aquí ya no se lee ni la portada del Pronto!

CORRUPCIÓN EN ATENAS O A NADIE LE AMARGA UN DULCE




Este caso de corrupción no es actual, sino del siglo V a. de C. Os lo cuento. Resulta que, tras un pacto de cinco años, los espartanos se dirigieron hacia el Ática con la ideas, como era habitual en ellos,  de conquistar Atenas. Al mando del ejército espartano iba Plistoanacte, uno de los diarcas que gobernaban la capital de Laconia. En Atenas estaba Pericles que era un experto en negociaciones, pero que en este caso, compró la retirada del espartano. Y es que a los espartanos les gustaba el caldo negro y llevaban una vida que más se parecía a un cuartel que a una ciudad, pero, a la hora de poner el cazo, se ve que en todas las épocas han cocido habas. En fin, para no cansaros, Plistoanacte cogió el dinero y se retiró  a Esparta con sus tropas en donde los éforos, los magistrados que controlaban la diarquía o sistema de dos reyes, lo expulsaron de la ciudad y lo enviaron a la Arcadia en donde pasó el resto de su vida entre pastores y ninfas. No sabemos – eso no lo cuenta Tucídides-, si se llevó la pasta o la tuvo que entregar a los éforos. Sea como fuere, el aguerrido espartano disfrutó de su exilio en esa región en donde todo era pastoril y bucólico. No regresó a Esparta, pero que le quiten lo bailado.

martes, 23 de octubre de 2018

EL COMPLEJO DE EDIPO DE FRANCO



Algunos psicólogos han hablado en alguna ocasión de que Franco tenía complejo de Edipo. Este tema de que los dictadores tienen complejos es tema manoseado y baste recordar lo que cuenta Canetti sobre lo que le contó el pintor Kokoskcha y el  tan cacareado sentimiento de frustración de Hitler por no haber podido entrar en la Academia de Bellas Artes de Viena. El complejo de Franco parece asentar sus raíces en su odio al padre y en el amor desmedido por su madre, pero es que tenía sus razones Paquito pues el padre, la noche en que él nació, se encontraba en una casa de lenocinio. Por si fuera poco, Franco tenía una voz atiplada provocada por una sinusitis crónica y eso al padre le ponía frenético hasta el punto de que llamaba a su hijo marica y  Paquita (recordemos que,  años más tarde, Queipo de Llano le llamaría Paca la culona). Pero es que además don Nicolás pegaba a la madre y, por si fuera poco, el personaje tenía una amante en Madrid en donde se quedó cuando Franco ingresó en la Academia de Toledo. El padre lo había acompañado porque era el primer viaje del muchacho fuera de su Galicia natal, pero el padre ya no volvió a Ferrol: se quedó en Madrid con su amante y ya no se le volvió a ver polo seu lar.

         El amor de Franquito por su madre era tan grande que, según cuentan, le decía a su madre, a la que veía sola y abandonada, que se casara con él.

         Con todos estos datos ya tenemos el complejo de Edipo en bandeja, pero ¿cambia algo la historia que conocemos? Creo, con harto dolor, que no, que la historia seguirá siendo la misma con o sin esta historia de complejos en los dictadores. La única pena es que no hubiera, por aquellos años, orientadores y pedagogos en los colegios porque se los habrían detectado a tiempo, les habrían aplicado un plan de corrección de conducta basado en Skinner y, o bien se habrían curado de sus taras y el mundo habría sido un poquito más feliz y menos sangriento, o bien habrían sido más sangrientos y asesinos. Tal y como está el paño en los Departamentos de Orientación (salvo en el de Olmedo en el que hace una gran labor mi amigo Eduardo) no sé yo, no sé yo…

miércoles, 17 de octubre de 2018

GERONA DE GALDÓS O CÓMO SER CATALÁN Y ESPAÑOL Y MORIR DEFENDIENDO A TU PATRIA


Todos los años, cuando llega el otoño, don Benito Pérez Galdós me está esperando con alguno de sus Episodios Nacionales, esa manera maravillosa de contar la historia de España mediante esos personajes que, ya en la acción principal, ya en las acciones secundarias, se han convertido en miembros de mi familia. El de este mes de octubre tiene como protagonista a Gabriel de Araceli que recibe el relato de Andrés Marijuán, un maño de La Almunia de doña Godina, que estuvo en el sitio de Gerona. En aquella Gerona sitiada, nos encontramos con personajes entrañables como el doctor Pablo Nomdedeu, patriota español que deja su vida curando a los heridos en las calles. Y claro no podía faltar don Mariano Álvarez de Castro, el heroico defensor de la ciudad, el hombre que no dejaba que ni un solo gerundense se pasara a los franceses porque lo fusilaba. Cuando se lee este episodio galdosiano, hay algo que hace unos años no hubiera sorprendido: que los gerundenses lucharon contra los franceses por librar a España, repito a España, del yugo de els porchs, como los llamaban en catalán. Si ahora nos sorprende es porque nos han engañado; porque parece que no se puede ser catalán y español cuando han sido tantos los catalanes que han servido a España y, lo más importante, han creído en ella. Aquellas pobres gentes de Gerona cuyos cadáveres ocupaban la escalinata de la catedral de cien escalones, tenían clara conciencia de que habían muerto defendiendo a su rey Fernando VII (la verdad, no lo merecía, pero eso es otra historia) y luchando por España. Al doctor Nomdedeu no se le caen los anillos por nombrar a España, por sufrir por España, por amar a España.  Luego vino lo que vino y aparece Pujol que le advierte a Tarradellas de que no hable de España, pero no le advierte que su sucesor era un canalla de tomo y lomo que se llevaba para Suiza todo lo que pillaba; vinieron las esteladas que portan jóvenes y no tan jóvenes para los que la creación de una república catalana es cuestión primordial. ¿Qué ha ocurrido en Cataluña en estos ciento cincuenta años? ¿No seremos todos algo culpables aunque unos lo sean en grado sumo ( léase aquí los Piugdemones,  Torra y diversa fauna y otros lo sean por omisión. Creo que un examen de conciencia no vendría mal a todos en cuestión tan importante, pero lo dudo pues, para algunos, todo se reduce a un Madrid – Barça llevado hasta sus últimos extremos. ¡Qué pena de España y qué pena de Cataluña!



FELIPE" EL HERMOSO", TUDELA Y EL MESÓN DE MANCEBÍA


Si miramos con detenimiento el escudo de Tudela de Duero, veremos que tiene una corona apuntada, pero no redondeada lo que significa que es la corona real y no la condal. Es decir, que Tudela ha sido, durante periodos más o menos largos, una villa de realengo, o sea, una villa que dependía directamente del rey. Juan II pasaba temporadas en Tudela y don Felipe el Hermoso también pasaba sus raticos en Tudela, más en concreto en un mesón de mala nota a donde acudía para encontrarse con unas mancebas hasta que la reina Juana, mi reina, se fue para allá y le puso las peras al cuarto al “hermoso del marido”. Pero las cosas son como son y,  como dice el psalmo,  la senda del pecador acaba mal, y don Felipe, al poco tiempo, moría en Burgos. Cronistas hay que cuentan que, viajando con la corte de Segovia a Burgos, Juana se paró de nuevo en Tudela ( sería para darle en los morros con el desliz de las pilinguis) y,  estando en tan hermoso lugar, hete aquí que pasó un cometa que los augures tomaron por mal presagio. ¡Y tan malo! Al poco murió don Felipe en Burgos y la peste tomaba España. ¿Sería ese cometa presagio también de la triste historia de nuestra España sin ventura? No me extrañaría nada.


lunes, 15 de octubre de 2018

EUMELIA SANZ VACA O LA MUJER DE LOS MIL PREMIOS


Resulta que en Tudela de Duero, muy cerca de Boecillo, nació una poeta, Eumelia Sanz Vaca que ha ganado 993 premio literarios. Servidor pensaba que los premios se los repartían entre los amiguetes del garbanzo en Fontiveros y los aficionados a las nieves Bejaranas y resulta que no, que hay una señora, jubilada del Ministerio de Educación y Ciencia,  (Vade retro, Satanas),  que es la mujer más premiada de España. Esta señora tiene publicados varios libros de poesías y cuenta con numerosos distinciones de orden literario:

 

  • Gran Comendador de la Orden Literaria “Francisco de Quevedo”.
  • Medalla de Oro “Sabio Francisco de Vitoria”.
  • Premio Mundial de Poesía (Puerto Rico 1987)
  • Ganadora del Certamen Internacional del Soneto.
     
    En fin, qué os voy a decir. Contaba Camilo José Cela que habiéndose presentado de joven a un premio literario, se lo arrebató un funcionario de Correos. Pues nada: salud, doña Eumelia (qué nombre tan apropiado: la del buen canto) y a por los mil premio literarios. Ahí os dejo un soneto para que veáis que no sólo de Aldana vive el hombre ( y la mujer).
     
    AL VINO “RIBERA DEL DUERO”
     
    (del libro SURCOS DE BONANZA ) 
     
    Nos repara la sed en el camino
    y es en la mesa nota distinguida
    el “Ribera del Duero”, esa bebida
    de “albillo”, “tempranilla” o “tinto fino”.
     
    Se siente confortado el peregrino
    y el alma se le muestra agradecida
    al llanto de la tierra dolorida
    que, generosa, nos ofrece el VINO.
     
    Al degustarte cumplo mis anhelos,
    producto de entendidos artesanos.
    ¡¡Salud, a vuestros múltiples desvelos
     
    por el VINO que forjan vuestras manos
    que con él brindaremos a los Cielos
    por la Paz y el Amor de los humanos...!!
     
     
     




domingo, 14 de octubre de 2018

LA MARAVILLOSA POESÍA DEL CAPITÁN ALDANA


Llevo años y años leyendo con pasión a Francisco de Aldana, poeta español nacido en Nápoles y amigo del rey portugués don Sebastián con el que murió por las tierras de África. Aldana fue, como Garcilaso, militar y, siguiendo aquel dicho de que “nunca la lanza embotó la pluma”, es uno de los grandes poetas del Renacimiento español. Después de todo lo que dijo de él en sus numerosos estudios Elia L. Rivers, el que yo siga aquí, en este humildísimo blog hablando de él es una temeridad muy temeraria. Os dejo con un soneto tan bueno como todos los suyos; tan bueno como toda la producción poética de este amigo de mi muy querido rey don Sebastián.

 


 
Mil veces callo, que romper deseo
el cielo a gritos, y otras tantas tiento
dar a mi lengua voz y movimiento,
que en silencio mortal yacer la veo.

Anda cual velocísimo correo 
por dentro el alma el suelto pensamiento,
con alto, y de dolor, lloroso acento,
casi en sombra de muerte un nuevo Orfeo.

No halla la memoria o la esperanza
rastro de imagen dulce y deleitable
con que la voluntad viva segura.

Cuanto en mí hallo es maldición que alcanza,
muerte que tarda, llanto inconsolable,
desdén del cielo, error de la ventura.






FRANCO, LA BRUJA, EL CURANDERO Y LA BARAKA


Sabido es que Franco era de Ferrol, lugar muy cercano a San Andrés de Teixido, el mágico lugar al que vai de morto o quen non foi de vivo. Es posible que, en las noches ferrolanas,  Franco viera a alguna meiga cruzando polo medio e medio do pobo o no medio de una galerna de todos los demonios como cuenta la leyenda que hubo el día en que nació, un 4 de diciembre de 1892.  Lo que parece un hecho probado es que Franco, durante su larga dictadura, recibió consejos de brujas, videntes y hasta de alguna monja. Quizás la más conocida fue la hechicera Mersida, una mujer rubia y de ojos verdes, hija de un militar francés y de una mujer bereber,  con la que mantenía conversaciones antes de tomar cualquier decisión. El día en que Mersida desapareció, es fama que se llevó una carta con las iniciales FFB y que dicha carta le sirvió como salvoconducto. Parece que fue esta Mersida – que en realidad se llamaba Mercedes Roca-, la que le habló de la baraka,  esa “mano providencial” que protegía al pequeño ferrolano del peligro. La baraka de Franco fue fundamental para el militar porque los moros lo idolatraban y lo consideraban un  protegido de Alá. Tan es así que un viejo miembro de la Guardia Mora afirmaba,  a principios del siglo XXI que “él dormía a la puerta de Franco para que a “Paquito” no le pasara nada”. Por si esto fuera poco, en su época marroquí, Franco contaba con un curandero de Tánger, miembro de una familia sefardita, que se llamaba Corintio Haza y que fue él el que le vaticinó que acabaría encabezando una sublevación armada. También Haza le recomendó la idea de usar el “Víctor”, usado por las universidades desde el siglo XV y basado a su vez en el Crismón cristiano  que se usaba en el Bajo Imperio. Pero la verdad, Franco pudo librase de todo: de los disparos de los rifeños, de la muerte por heridas, de las asechanzas de los jefes del Rif, pero de lo que no pudo librarse fue de su yerno el Marqués de Villaverde. Non omnes omnia possunt .

 



miércoles, 10 de octubre de 2018

DE CÓMO LOS CAÑETE DEVINIERON EN CANETTI



Pues resulta que los Cañete, que procedían de la ciudad conquense de Cañete, fueron expulsados de Sefarad en 1492 y, como tantos sefarditas, se marcharon a Turquía. En tierras del sultán, ejercieron profesiones “liberales” como la de médico, financiero o abogado. Con el tiempo, los Cañete decidieron cambiarse el apellido conquense por el italianizante Canetti porque había muchos mercaderes italianos en Turquía y esa forma en italiano sonaba mejor y era más comercial. Los Canetti se establecieron en Edurne, pero, desde allí, al cabo de los años,  se trasladaron a Ruse, en Bulgaria, en donde un Canetti conoció a una Arditti y se casaron. De ese matrimonio nacieron tres hermanos: Elías, Georges y Jacques. Del primero, os llevo hablando varios meses; de los otros dos, os hablaré en otras entradas.

LAS MUJERES DE CANETTI O LA SUERTE DEL FEO EL GUAPO LA DESEA



Elías Canetti era bajito, con bigote y no muy agraciado. Sin embargo, su éxito con las mujeres fue muy grande. Su primera mujer fue Veza Taubner – Calderón que, según cuenta Canetti, parecía andaluza por su pelo moreno y su aspecto español. No era raro esto pues, como él, provenía de una familia de judíos sefarditas. Se casó con Veza (Veneziana era su nombre completo) en 1934, tras haberse conocido en una conferencia de Karl Kraus del que ambos eran grandes devotos. Muy cercana le fue también Anna Mahler, hija de Gustav y Alma, a la que,  con poca caridad y bastante mala leche,  el autor búlgaro llamaba “la gorda” y “la viuda profesional”. La hija escultora de Mahler aparece en numerosas ocasiones en los libros de Canetti y tuvo para ella todo el cariño que no tenía por Alma. Siguiendo con las Bellas Artes, Canetti también se relacionó con la pintora Marie Louise von Motesiczky y, para seguir con las artes de las Musas, también tuvo una relación con las escritoras Friedl Benedikt e Iris Murdoch a la que, también con poca caridad y mucha mala leche,  nombró “como el mejor ragout de Oxford y compendio de todo lo que más odiaba de Inglaterra”. En 1957, conoció a una restauradora de Zurich, la amada ciudad de Canetti, que tenía por nombre Hera Buschor. No se casaron hasta 1971 y vivieron un amor apasionado hasta 1988 en que Hera murió víctima de un cáncer. De este matrimonio nació Johanna Canetti, la única hija del escritor y violonchelista en una orquesta alemana. Canetti vivió hasta 1994 y, que yo sepa, no tuvo más mujeres. Pero su historial, para ser un personaje bajito y poco agraciado, es impresionante. ¿Qué les dabas, Elías, qué les dabas? ¿Sería que las acariciabas con ese tupé de la foto? Desde luego, la suerte del feo el guapo la desea.


EL PASTOR QUE CANTABA


Bernabé era un pastor de cabras en la localidad zaragozana de Villarroya de la Sierra. Al igual que Gayarre, pastor como él en su niñez, Bernabé se pasaba el día cantando mientras llevaba las cabras por los pastos de su pueblo. Su voz empezó a hacerse conocida y le propusieron que entrara en el coro del pueblo. Bernabé no se lo pensó dos veces y entró a formar parte del pequeño coro parroquial. Sin embargo, no pasando mucho tiempo, el párroco se dio cuenta de que aquel joven de trece años tenía algo más que una bonita voz y,  en 1949,  fue acogido en el Coro del Pilar, dirigido por Juan Azagra y Asunción Vitoret, por recomendación del párroco de su pueblo. En los dos años siguientes, 1950 y 1952, recibió clases en el Conservatorio de Madrid con José Luis Lloret. En 1952, la Diputación de Zaragoza le concedió una beca de 5000 pesetas y con esa beca se trasladó a Italia en donde cursó estudios en la Academia de Santa Cecilia y con la soprano Mercedes Llopart, la también maestra de Alfredo Kraus. Era el comienzo de una gran carrera que le llevó por los mejores teatros de ópera del mundo. Aquel pastor de cabras estuvo cantando hasta 1985 en que se retiró por una enfermedad cardiaca. Se me olvidaba contar que el tenor se casó con una soprano en 1964 y que tuvieron dos hijos: Bernabé y Montserrat. Si os digo que la soprano con la que se casó se llamaba Montserrat Caballé,  creo que ya sabéis que estoy hablando de Bernabé Martínez Remacha, más conocido por su nombre artísco: Bernabé Martí. Este gran tenor aragonés cumplirá noventa años el 14 de noviembre de este año, pero, por desgracia, ya no estará su querida Montse que se nos fue hace unos días. ¡Feliz cumpleaños, maestro Martí,  y nuestro más sentido pésame!

 



sábado, 6 de octubre de 2018

ALGUNOS HOMBRES VALIENTES


En aquella tarde del 18 de julio de 1936, a través de las radios de cretona empezaron a llegar las noticias de que, el día anterior, el ejército de África se había sublevado y de que algunos jefes militares de la península habían hecho lo propio. Laguna de Duero era un pueblo pequeño, pero muy bien comunicado y con trabajadores que se habían organizado en el sindicato UGT y que tenían su Casa del Pueblo. El alcalde  convoca a los vecinos en la Casa del Pueblo para informarles de lo que está sucediendo en el país y a su llamada acuden unas ciento cincuenta personas. Todos callan esperando instrucciones.

         A primera hora del día siguiente, se vieron venir unas patrullas armadas provenientes de Valladolid para tomar Laguna. Venían mandadas por un capitán del ejército sublevado y, nada más llegar al pueblo, recibieron el apoyo de los vecinos que apoyaban la sublevación militar. Se dirigieron a la Casa del Pueblo y la tomaron. A continuación, cortaron la carretera de Madrid y se dedicaron a capturar y asesinar a los vecinos de laguna que “no pensaban como ellos”. El odio al hermano, un Caín liberado por las calles laguneras, campó a sus anchas en aquella tarde del 19 de julio. Fue el momento de saldar viejas rencillas por riegos, por tierras, por lindes. La política era lo de menos. Que Dios y la historia juzguen a los que procedieron con tan asesino proceder.

         El dos de enero de 1937 se vio en  Valladolid la causa 1013/36 en la que se juzgó a setenta y cinco personas que habían acudido a la casa del Pueblo de Laguna; que habían respondido con valentía a la llamada del alcalde Gerardo Cabañas.  Los acusados tuvieron como “eximente” el que no habían matado a nadie defendiendo la Casa del Pueblo, pero trece de aquellos hombres   murieron fusilados; 39 fueron condenados a treinta años de prisión y once a quince. Ocho mujeres fueron condenadas a ocho años y tan sólo cuatro person

as absueltas.

         Me diréis que este es un caso más de los muchos que, por ambos bandos, se produjeron en la Guerra Incivil, pero, para mí,  es un caso muy especial porque entre los treinta y nueve condenados a treinta años de cárcel estaba mi abuelo Julio González que fue llevado a la cárcel de Burgos en la que permaneció hasta 1942  pues en 1941 se le había conmutado la condena por seis años de cárcel.

         No quiero abrir heridas, tan sólo quiero dejar constancia de que un 18 de julio, ciento cincuenta vecinos, convocados por su alcalde, se reunieron en la Casa del Pueblo; de que uno de aquéllos era mi abuelo Julio y de  que algunos de  aquellos valientes pagaron con su vida.

         Que aquella salvajada no se vuelva a repetir en las tierras de España debería de ser preocupación de todos.

Amén