LAS MUJERES DE CANETTI O LA SUERTE DEL FEO EL GUAPO LA DESEA
Elías
Canetti era bajito, con bigote y no muy agraciado. Sin embargo, su éxito con
las mujeres fue muy grande. Su primera mujer fue Veza Taubner – Calderón que,
según cuenta Canetti, parecía andaluza por su pelo moreno y su aspecto español.
No era raro esto pues, como él, provenía de una familia de judíos sefarditas.
Se casó con Veza (Veneziana era su nombre completo) en 1934, tras haberse
conocido en una conferencia de Karl Kraus del que ambos eran grandes devotos.
Muy cercana le fue también Anna Mahler, hija de Gustav y Alma, a la que, con poca caridad y bastante mala leche, el autor búlgaro llamaba “la gorda” y “la
viuda profesional”. La hija escultora de Mahler aparece en numerosas ocasiones
en los libros de Canetti y tuvo para ella todo el cariño que no tenía por Alma.
Siguiendo con las Bellas Artes, Canetti también se relacionó con la pintora
Marie Louise von Motesiczky y, para seguir con las artes de las Musas, también tuvo
una relación con las escritoras Friedl Benedikt e Iris Murdoch a la que,
también con poca caridad y mucha mala leche, nombró “como el mejor ragout de Oxford y
compendio de todo lo que más odiaba de Inglaterra”. En 1957, conoció a una
restauradora de Zurich, la amada ciudad de Canetti, que tenía por nombre Hera
Buschor. No se casaron hasta 1971 y vivieron un amor apasionado hasta 1988 en
que Hera murió víctima de un cáncer. De este matrimonio nació Johanna Canetti,
la única hija del escritor y violonchelista en una orquesta alemana. Canetti
vivió hasta 1994 y, que yo sepa, no tuvo más mujeres. Pero su historial, para
ser un personaje bajito y poco agraciado, es impresionante. ¿Qué les dabas,
Elías, qué les dabas? ¿Sería que las acariciabas con ese tupé de la foto? Desde
luego, la suerte del feo el guapo la desea.
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