Para cerrar el año, este libro
de Alcibíades de Jacquelin de Romilly tan fantástico como todos los suyos.
Cualquiera que haya leído El banquete
de Platón recordará esa entrada de Alcibíades, ebrio por los “vasicos” de vino
que se había trasegado. Madame de Romilly conoce al personaje a la perfección
pues fue la traductora y editora en Belles Letres de Tucídides y es una
helenista de primera categoría. Además hace algunas reflexiones sobre la democracia
y la corrupción que nos hacen pensar un poco. Como muestra este botón:
Será pues entonces un mal inherente a la democracia? El
ejemplo de Atenas sugiere que no (…) el mal no está relacionado sino con
calidad de los hombres, la fuerza de sus principios y su civismo”
No se pueden decir mejor las cosas sobre todo
si pensamos en la España actual.
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