Siguiendo
con personajes de la Ilustración en España, nos dedicamos hoy a Gregorio Mayáns
y Siscar, el gran erudito valenciano nacido en Oliva, un nueve de mayo de 1699.
Estudia Derecho en Valencia y en 1719 va a Salamanca para profundizar en estos
estudios. Allí conoce, por medición de su profesor Borrull, a Manuel Martí, deán alicantino que le va a iniciar
en las humanidades del Renacimiento español. A partir de aquí, Mayáns dedicará
gran parte de su provechosa vida a recuperar toda la tradición cultural que el
Barroco había dejado olvidar. Su amor por Juan Luis Vives fue proverbial y en
la edición de sus obras, en cuyo
transcurso le sorprendió la muerte ya octogenario, y de las que tenía un
ejemplar don Antonio Fontán en los cursos de doctorado allá por 1991. Por don
Antonio Fontán, mi caro maestro, conocí a este erudito valenciano. Sin embargo, aun con suficientes méritos no
para una entrada de blog, sino para cien, lo traigo porque tuvo el bueno de don
Gregorio la osadía de proponer una reforma educativa en la que destacaba, por
ejemplo, la enseñanza del latín en castellano (se enseñaba el latín en latín) y que se estudiaran para el aprendizaje
autores clásicos y no autores de latín eclesiástico, algo que ya había
propuesto en el siglo XVI el humanista español Pedro Martín Abril. Esta
propuesta de reforma educativa se la presenta al ministro de turno, José Patiño,
que ni se digna en contestar: el pobre Mayáns murió esperando la respuesta del
ministro. ¿No es esta historia conocida en España? ¿No nos suena de algo ese
“silencio administrativo” de la Administración, sea de la época que sea, en especial cuando se trata de la maltrecha
educación Educación? ¿No os parece que estamos tratando de un tema actual? ¡Ay,
Señor, que ya estamos en tratos con la triste
España sin ventura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario